El actor Jeremy Renner ha compartido los motivos detrás de su decisión de no regresar para la sexta entrega de la saga de Mission Impossible, titulada Mission: Impossible – Fallout.
Renner explicó que su negativa se debió principalmente al gran compromiso de tiempo que requería el rodaje. En ese momento, su hija era muy pequeña y no quería estar alejado de ella durante un período prolongado. El actor priorizó su papel de padre sobre su carrera en el cine.
Además del compromiso de tiempo, Renner reveló que su interés en regresar disminuyó cuando se enteró de que solo filmaría durante una semana y que su personaje, el agente de la IMF William Brandt, sería eliminado de la trama.
Así mismo lo expresó: «Recuerdo que intentaron llevarme al extranjero durante una semana para matar a mi personaje, y yo les dije: ‘No, no podéis hacer eso. No vais a arrastrarme hasta allí y matar a mi personaje’, ¡fuera de aquí! Si vas a hacer esto y vas a usar a mi personaje, vas a hacerlo bien».
Renner incluso confrontó en un tono cómico al director Christopher McQuarrie sobre el asunto: «Le grité: hombre, no me lo vas a hacer así; no me lo vas a hacer mal».
Cambio de perspectiva
En una entrevista posterior con Collider, Jeremy mencionó que ahora estaría abierto a regresar a la saga de Mission Impossible. Aunque en el pasado las circunstancias no permitieron su participación, Renner expresó:
«Se suponía que iba a hacer más cosas con ellos. Me encantan esos chicos. Quiero mucho a Tom. Nos divertimos mucho y quiero mucho a ese personaje. Requiere mucho tiempo fuera»
Y concluyó: «Todo es en Londres. Tuve que ir a ser padre. Simplemente no iba a funcionar entonces. Tal vez ahora que mi hija es mayor que podría suceder. Siempre me metería en una Misión Imposible en cualquier momento y volvería a Brandt. Es genial».