El martes pasado, la sensación de calor en el municipio de Vega Baja, Puerto Rico llegó a 123 grados Fahrenheit. Este tipo de calor extremo no permite que el cuerpo pueda regular su temperatura y puede provocar espasmos musculares, agotamiento y golpes de calor. El golpe de calor es un trastorno que puede incluso ocasionar la muerte.
El año pasado el doctor Pablo A. Méndez Lázaro, profesor en Salud Ambiental del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico (UPR) y líder de la investigación que dio paso al establecimiento del sistema de advertencias por amenaza de calor extremo en Puerto Rico, aclaró en una entrevista que no solo debemos estar pendientes a las altas temperaturas, sino que debemos estar pendientes al índice de calor porque cuando éste se eleva, existe una amenaza directa contra la población, contra el sistema hospitalario y la infraestructura. El gobierno tiene que tomar medidas urgentes ante esta amenaza directa a nuestras vidas.
En Puerto Rico, el Comité de Expertos y Asesores sobre el Cambio Climático de Puerto Rico presentó un informe que describe cómo se contribuye al cambio climático, cómo Puerto Rico se ve afectado por el cambio climático y qué medidas deben tomarse. Se recomienda tomar medidas muy concretas para dejar de contribuir al cambio climático y para prepararnos para sus efectos. El gobierno no ha atendido este asunto con la seriedad y la urgencia que amerita. Hemos visto al Secretario de Agricultura negando la existencia del cambio climático y hasta el Negociado de Energía proponiendo posponer la transición hacia fuentes de energía renovable, exigidas por la legislación vigente.
Insistimos que la crisis climática es un problema fundamental, vital. Por eso, todo lo que hagamos en Puerto Rico sobre energía, sobre el uso de las costas, sobre infraestructura, tiene que tomar en cuenta este hecho de manera específica, de manera intensa, y de manera muy clara. El Informe del Comité de Expertos y Asesores sobre el Cambio Climático de Puerto Rico debe atenderse de inmediato.
