Thursday, November 21, 2024
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Crece el comercio global de desechos plásticos

La exportación de residuos, principalmente plásticos, es una práctica que va en aumento. Sin embargo, hay quienes consideran que es una forma de que algunos de los países más ricos eviten tener que reciclar, reutilizar o incinerar adecuadamente millones de toneladas de su basura. En lugar de ello, los envían a otras naciones, los marcan en la columna de reciclado y confían en que se procesarán adecuadamente.

Hay países que exportan e importan una enorme cantidad de residuos plásticos al año, con cientos de miles de toneladas que se mueven en ambas direcciones. Al mismo tiempo, se deshacen del plástico que no pueden procesar y recogen el plástico que pueden convertir en material que se puede utilizar para fabricar nuevos productos.

Alemania, Japón, Reino Unido y los Países Bajos son algunos de los países que más residuos plásticos exportan. Los 10 países principales son naciones desarrolladas de altos ingresos y siete de ellos se encuentran en Europa. Juntos, exportan más de 4.4 millones de toneladas de residuos plásticos al año y son responsables del 71% de todas las exportaciones de residuos plásticos en el mundo.

Los datos han sido recopilados y dados a conocer por organizaciones sin fines de lucro y publicaciones científicas, incluyendo la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Our World in Data, Waste and Resources Action Program (WRAP), ScienceDirect y Rethink Plastic, entre otras.

Los 10 países que más desechos plásticos exportaron en 2023

1. Alemania: 688,067 toneladas

2. Japón: 606,374 toneladas

3. Reino Unido: 600,000 toneladas

4. Países Bajos: 576,702 toneladas

5. Estados Unidos: 431,841 toneladas

6. Bélgica: 391,263 toneladas

7. Francia: 344,367 toneladas

8. Italia: 205,621 toneladas

9. Canadá: 201,780 toneladas

10. Austria: 174,976 toneladas

En ese sentido, Josh Jackman, periodista britanico especializado en temas ambientales, comentó a Metro World News que mientras algunos países redujeron sus exportaciones de residuos plásticos durante el último año, entre ellos Alemania en un 6% y Estados Unidos en un enorme 28%, las de Japón aumentaron en 7%, las de Canadá en 10% y las de Países Bajos en 69% en los últimos cuatro años.

“También hay países como India, China, Filipinas y Brasil que gestionan mal millones de toneladas de residuos plásticos. El hecho de que no estén entre los principales exportadores no significa que estén gestionando los residuos plásticos de forma adecuada”, agregó.

China dominó este mercado durante tres décadas, importando el 72.4% de todos los desechos plásticos del mundo, según la Agencia de Investigación Ambiental de Reino Unido. En 2017, el último año que lo hizo, importó un total de 7.7 millones de toneladas. Sin embargo, en 2018 prohibió la mayoría de las importaciones de desechos plásticos, alterando drásticamente el mercado.

Varios países respondieron reduciendo la cantidad de desechos plásticos que exportaban, mientras que otros intervinieron para satisfacer la demanda restante. Fue entonces que algunas naciones en desarrollo pasaron de aceptar cantidades insignificantes de desechos plásticos en 2017 a miles de toneladas en 2023, como Angola, Etiopía, Myanmar, Uzbekistán y Azerbaiyán. Así mismo, otros países aumentaron su consumo, como Turquía, que ahora importa un 146% más de desechos plásticos que en 2017, y Vietnam, cuya tasa ha aumentado un 153%.

Los 10 países que más desechos plásticos importaron en 2023:

1. Países Bajos: 796,234 toneladas

2. Turquía: 622,781 toneladas

3. Alemania: 503,268 toneladas

4. Estados Unidos: 446,831 toneladas

5. Vietnam: 378,944 toneladas

6. Malasia: 351,284 toneladas

7. Bélgica: 282,980 toneladas

8. Austria: 245,079 toneladas

9. Chequia: 203,853 toneladas

10. Indonesia: 194,130 toneladas

“Algunos países ricos han aumentado sus importaciones, pero la carga sigue estando en las naciones relativamente más pobres. Considero que los países exportan sus desechos plásticos porque no pueden o no quieren lidiar con el nivel de basura que enfrentan. En lugar de desarrollar su propia capacidad de reciclaje de plástico, a menudo es más fácil y más barato pagar a otras naciones para que se encarguen de su basura, especialmente si el tipo de cambio es favorable”, señaló el especialista en temas ambientales.

Desde su punto de vista, también permite a las naciones “pasar la pelota”, entregando estas responsabilidades a otros países que en muchos casos tienen peores prácticas. Al hacer que estos niveles de desechos y emisiones sean un problema de otros, las naciones ricas pueden mantener bajas sus huellas de carbono y de plástico, y mantener la impresión de que están avanzando rápidamente hacia sus objetivos de cero emisiones netas.

Cabe señalar que la Comisión Europea prohibió en 2023 las exportaciones de residuos a países que no pertenecen a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), a menos que el gobierno de un país la apruebe y demuestre que su proceso de tratamiento de residuos es respetuoso con el medio ambiente.

Por su parte, Gerardo Pedra Rocha, fundador de la iniciativa Recicla Unicel, dijo a Metro World News que el tema de las exportaciones e importaciones de materiales para su reciclaje es complejo.

“En general lo vemos como algo positivo, aunque la clave está en el grado o nivel de limpieza, compactación y trazabilidad de origen que los materiales puedan tener. Los chinos cerraron sus fronteras porque para ellos era como comprar basura extranjera, residuos con alto grado de contaminación que difícilmente podrían limpiar o reprocesar en su totalidad”, concluyó.

Las claves

Un nuevo informe de CleanHub detalla que anualmente se exportan alrededor de cinco millones de toneladas de residuos plásticos, principalmente desde países altamente desarrollados.

Hay quienes consideran que las naciones más ricas están descargando sus responsabilidades ambientales en los países menos desarrollados, que con frecuencia tienen dificultades para gestionar los residuos de manera eficaz debido a la falta de infraestructura adecuada.

El impacto ambiental es preocupante, ya que las exportaciones de residuos mal gestionadas contribuyen a la contaminación de los océanos y a las emisiones tóxicas derivadas de prácticas de eliminación inadecuadas.

Tres preguntas a Santiago García, Coordinador del Comité de Recicladores de ECOCE

MWN: ¿Vale la pena reciclar?

–¡Por supuesto! Se ahorran recursos naturales, lo que nos beneficia y a las generaciones futuras ejemplo, el proceso de reciclado de botellas de PET consume hasta 70% menos energía y, por lo tanto genera menos contaminación, que el proceso de producción de botellas con el empleo de resina virgen. En otros materiales hay ahorros similares. Con el aluminio, por dar un ejemplo, se ahorra hasta un 95% de la energía. Lo anterior se traduce en menos emisiones de C02 (gases de efecto invernadero) a la atmósfera, contribuyendo a mitigar el calentamiento global.

Puede ser que, desde un punto de vista económico, cuyo reciclado sea más costoso que el original en ciertos lugares o períodos. Esto se debe a economías de escala, mayor uso de mano de obra, mermas de proceso y pasos adicionales de purificación, entre otros – aunque no siempre es el caso. Sin embargo, desde el punto de vista ambiental, siempre conviene reciclar. Ya no es una cuestión de negocio, como era antes. Ahora, además del factor comercial o económico, el cuidado ambiental debe ser una prioridad para las empresas, los gobiernos y la sociedad en conjunto al elegir marcas y productos responsables con el medio ambiente.

MWN: ¿Cómo embona el reciclaje en la corriente que se enfoca en la economía circular?

–La Fundación Ellen McArthur, promotora de la Economía Circular y de la Nueva Economía del Plástico, considera que todos los productos hechos de resinas plásticas deben ser reutilizables, reciclables o compostables. La finalidad de la economía circular es minimizar la extracción de recursos naturales y mantener a los productos circulando en la economía por el mayor tiempo posible, sin que acaben en rellenos sanitarios ni incinerados.

El reciclaje es uno de los tres pilares fundamentales en una economía circular. Además del aprovechamiento de los materiales que ya tenemos, tiene múltiples beneficios como ahorros en agua y energía, menor emisión de CO2 y la generación de más empleos verdes. En México, hay más de 70 mil familias viven directa o indirectamente del reciclaje de envases y empaques de bebidas y alimentos.

¿Por qué se da la importación y exportación de residuos plásticos?

Los residuos plásticos, ya sean post-industrial, post-comercial o post-consumo, no deben verse como basura. Son materiales que siguen teniendo un valor para fabricar nuevos productos. Deben comercializarse como otras materias primas y también pueden verse afectados por las mismas leyes de la oferta y la demanda.

Existe un acuerdo global, el Acuerdo de Basilea, que regula este comercio para evitar que se exporten residuos peligrosos y contaminados a otros países. Las empresas recicladoras mexicanas que deseen importar residuos para reciclar, tienen que cumplir con restricciones y demostrar que los materiales se importan para ser reciclados. En ese sentido, cada país tiene o debe tener sus propias leyes para estos fines.

El comercio multinacional de residuos plásticos tiene muchas modalidades. Por ejemplo, empresas maquiladoras o ensambladoras importan productos e insumos, que vienen empacados o montados en charolas o envases plásticos, los cuales se retornan al proveedor original para su reutilización o reciclado.

En México, ha existido desde hace mucho tiempo una población dedicada a la extracción, selección y comercialización de desechos industriales, comerciales y post-consumo, lo que ha permitido alcanzar altas tasas de recolección que incluso, excedían la capacidad de reciclado en nuestro país, como es el caso de los metales y el cartón.

Cabe destacar que México exporta más material del que importa. Se exporta producto reciclado, listo para usarse. También se exporta residuo post-industrial y post-comercial limpio, listo para volverse a procesar. La mayor parte se exporta a Estados Unidos. Esto significa que son operaciones de maquila que aprovechan las plantas mexicanas con mejor tecnología y costos más bajos.Por otro lado, el material que se importa, cumple con los requisitos del Convenio de Basilea y, todo se recicla, no va a parar a tiraderos.

*ECOCE es una asociación civil ambiental que promueve un manejo adecuado de los residuos de envases y empaques en México.



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