Un reciente estudio, realizado por científicos de la Universidad de Columbia, halló más diez tipos de metales en los tampones que se comercializan en Estados Unidos y Europa.
La investigación ‘’Tampons as a source of exposure to metal(loid)s’’ analizó las concentraciones de 16 metales, entre estos el arsénico, cobre, mercurio, plomo, y otros, en 30 tampones de 14 marcas populares.
Se halló que, incluso, los tampones orgánicos tenían una cantidad significativa de arsénico, y los no orgánicos, tenían una concentración mayor de plomo.
Los científicos coincidieron en que el uso de tampones es una fuente potencial de exposición a metales en personas que menstrúan, y esto ocurre a raíz de la producción de la materia prima del producto, pues hay mayor exposición a estos metales.
‘’Nuestros hallazgos apuntan hacia la necesidad de regulaciones que exijan que los fabricantes realicen pruebas de los metales en los tampones. Esto es especialmente importante teniendo en cuenta que encontramos cantidades mensurables de varios metales tóxicos’’, concluye el estudio.