En un año crucial donde Puerto Rico se enfrenta a decisiones electorales determinantes para su futuro, sería lamentable ver políticos presentando propuestas disparatadas, diseñadas más para captar votos que para ofrecer soluciones reales. Durante los ciclos electorales ocasionalmente encontramos ideas extravagantes que, aunque llamativas, carecen de un análisis profundo y riguroso, esencial para enfrentar los desafíos que afronta nuestra sociedad.
Sería preocupante que en lugar de aprovechar los estudios exhaustivos y las recomendaciones detalladas ya realizadas por las principales organizaciones no gubernamentales (ONG) de la isla, algunos aspirantes a cargos públicos insistan en reinventar la rueda con propuestas superficiales. Contamos con ONGs que han dedicado años de investigación y trabajo de campo para identificar y desarrollar soluciones viables y efectivas a problemas complejos. Ignorar su labor en favor de propuestas llamativas pero sin sustancia sería no sólo una pérdida de tiempo y recursos, sino una falta de respeto al trabajo serio y dedicado de expertos y expertas en la materia.
Frente a la tentación de proponer iniciativas que aparenten novedosas pero cuenten con poco análisis de fondo, exhortamos a candidatos y candidatas en estas elecciones a considerar seriamente las recomendaciones ya existentes. Estas recomendaciones, fruto de rigurosos análisis y estudios por organizaciones no gubernamentales líderes en sus respectivos campos, representan una base sólida sobre la cual construir un futuro mejor para Puerto Rico. Es crucial que nuestros futuros líderes demuestren un compromiso real con la efectividad y la sostenibilidad de sus propuestas, en lugar de recurrir a tácticas sensacionalistas que solo buscan captar la atención momentánea del electorado.
En definitiva, es el momento de poner la seriedad y el compromiso por delante de la espectacularidad y el oportunismo político. Aprovechemos el conocimiento acumulado y trabajemos juntos hacia un Puerto Rico más próspero y equitativo.
En este escrito, la Asociación de Economistas de Puerto Rico (AEPR) desea destacar algunos ejemplos en tres áreas clave: educación, desarrollo económico y gobernanza. Las recomendaciones presentadas no solo son testimonio del compromiso del Tercer Sector con el desarrollo de propuestas basadas en datos y evidencia, sino que también representan una oportunidad para construir sobre cimientos sólidos y evitar la redundancia de esfuerzos.
Los temas abordados no son exhaustivos; aún queda mucho por incorporar para generar un documento que atienda todos los problemas socioeconómicos que nos afectan. Nuestro objetivo principal con esta breve lista de ejemplos es iniciar e impulsar un ejercicio continuo de incorporación de políticas basadas en evidencia, relacionadas con todas las áreas medulares para Puerto Rico.
Si todos los partidos adoptan estas u otras propuestas respaldadas por evidencia presentadas por el Tercer Sector, se viabilizará una continuidad en políticas públicas que trascienda ciclos electorales y contribuya verdaderamente al progreso de nuestra sociedad puertorriqueña.
Educación
Por ejemplo, en el área de educación, el Observatorio de la Educación Pública en Puerto Rico, afiliado al Centro de Estudios Multidisciplinario sobre Gobierno y Asuntos Públicos de la Universidad de Puerto Rico, ha llevado a cabo estudios rigurosos y presentando recomendaciones puntuales, incluyendo:
- Constituir cuerpos de evaluación y de continuidad de políticas públicas independientes del Departamento de Educación y de la agenda gubernamental para que haya continuidad de políticas públicas más allá de los cuatrienios.
- Desarrollar un plan para reabrir algunas de las escuelas cerradas con el propósito de poder tener escuelas y grupos más pequeños. El mismo debe tomar en consideración, el nivel educativo que se enseña (con énfasis particular en la educación a nivel elemental), el nivel de pobreza de los estudiantes y la cantidad de estudiantes de educación especial.
- Ampliar las oportunidades y mejorar los incentivos para que los maestros de escuela superior continúen estudios de posgrado, en especial para maestros que enseñan en escuelas de bajo nivel socioeconómico.
- Como han evidenciado las denuncias sobre el incumplimiento del Programa de Carrera Magisterial, no se cumple ni con lo poco que existe.
- Proporcionar apoyo a estudiantes de escasos recursos para entrar, mantenerse y graduarse de universidad para reducir la deserción universitaria y aumentar niveles de graduación
- Implementar estrategias laborales y políticas públicas que fomenten que “el trabajo pague”.
- Incorporar la participación de las comunidades en la toma de decisiones escolares en asuntos medulares, como la selección del director o directora.
Desarrollo Económico
En el área de desarrollo económico, el Instituto del Desarrollo de la Juventud (IDJ) ha recomendado estrategias puntuales para la reducción de la pobreza infantil, lo cual en sí tiene un profundo impacto en la economía de Puerto Rico. Entre estas se destaca:
- Crear un Crédito Tributario de Oportunidad de Trabajo para patronos que provean empleos a personas provenientes de comunidades desventajadas o que cumplan con algún criterio relacionado a derribar las barreras al empleo existentes.
- Expandir los empleos subsidiados por el gobierno a jóvenes, madres y padres; y de forma que se puedan ofrecer salarios dignos.
- Crear un programa universal de transferencias directas para las familias con niños y niñas ($150 mensual por niño/a).
- Asegurar acceso a programas de desarrollo temprano de buena calidad a todos los niños y niñas de 0 a 5 años.
- Expandir los programas de horario extendido a los niños y niñas en las escuelas públicas.
- Revitalizar programas para completar la escuela superior y grados asociados.
- Implementar modelos de dos generaciones para todas las familias en las escuelas públicas.
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- Esto se refiere a estrategias que proveen adiestramiento laboral a padres/madres para mejorar sus oportunidades de empleo mientras simultáneamente se asegura que los niños/niñas reciban una educación de alta calidad, y que cuenten con todas las herramientas y el apoyo que necesitan para un proceso de aprendizaje exitoso. Además suelen incluir educación o “alfabetización” financiera para que las familias manejen sus finanzas de manera efectiva, y un enfoque holístico de los servicios de salud física y mental para ambas generaciones. Esto puede incluir acceso a atención médica, servicios de salud mental, programas de nutrición y bienestar y otros servicios de apoyo. Finalmente, también incluyen la construcción de redes de apoyo a través de conexiones comunitarias, grupos de pares, o mentorías.
Por otro lado, el Centro para una Nueva Economía presentó varias propuestas de desarrollo económico en una serie titulada “Focus 2020″, las cuales aún tienen pertinencia y urgencia.
Entre estas destacamos la importancia de implementar una política industrial para el Siglo 21, refiriéndose a lograr la coordinación entre instituciones, programas y organizaciones (públicas y privadas) para lograr una transformación económica mediante la identificación y el apoyo a industrias en las que una economía tiene la oportunidad de crear mayor valor agregado, así como nuevos y mejores empleos.
El CNE explica que “la política industrial moderna puede describirse como un proceso de descubrimiento y aprendizaje continuo que requiere una estrecha colaboración y coordinación entre el sector público, el sector privado, la academia, los sindicatos y otras organizaciones no gubernamentales, con el fin de generar una estructura de transformación económica a mediano y largo plazo.”
Con este fin, el CNE recomienda lo siguiente:
- Establecer una visión estratégica nacional para el mediano y largo plazo, mediante “un análisis profundo e intelectualmente honesto de la situación económica del país, sus ventajas y desventajas, áreas de oportunidad y la capacidad de sus instituciones y organizaciones para aprender, colaborar y evolucionar”.
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- Este análisis debe ser uno continuo y, como se ha mencionado, co-liderado entre ONGs, la academia y los sectores público y privado.
- Construir una colaboración eficaz con el sector privado, donde además se vela por el bien común y evitar la “cacería de rentas” por parte de empresarios sin escrúpulos o la captura de instituciones estatales por parte de élites privadas.
- Usar un enfoque de cartera de inversión para la política industrial donde se logre una distribución justa de riesgos y recompensas entre el estado y el sector privado.
- Asegurar que el gobierno tenga la capacidad institucional para ejecutar una política industrial a lo largo del tiempo.
Gobernanza
Precisamente para atender los problemas relacionados a la última recomendación del CNE, el Observatorio de Sociedad, Gobernanza y Políticas Públicas afiliado a la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico ha presentado recomendaciones para fortalecer las instituciones gubernamentales en Puerto Rico. Esto es vital, ya que el mejor plan sirve de poco si no contamos con un gobierno con la efectividad y capacidad institucional para ejecutarlo.
El Observatorio destaca la importancia de la despolitización de las agencias gubernamentales y fortalecer en estas un sistema de mérito, mediante iniciativas como:
- Prohibir la participación activa de empleados y funcionarios públicos en campañas político-partidistas;
- Elevar el principio de mérito a rango constitucional,
- Sacar la alta dirección de las agencias de los puestos de confianza, lo cual promueve politización y falta de continuidad en las políticas públicas. En su lugar, debe existir una capa de ejecutivos, empleados o empleadas de carrera, seleccionados en base a mérito.
- Fomentar el uso de cuerpos asesores, compuestos de ciudadanos expertos o expertas en áreas de relevancia, para que aseguren que la formulación de política pública se base en datos y evidencia, y se promueva una cultura de evaluación permanente orientada a la identificación de oportunidades para la mejora continua de los procesos y servicios.
Estas recomendaciones forman parte de un libro publicado por el Observatorio titulado “De los desafíos a la esperanza”, que contiene un listado extenso de políticas basadas en evidencia en todas las áreas vitales para el país.
También en el área de gobernanza, Espacios Abiertos ha presentado cuatro recomendaciones puntuales para promover la transparencia:
- Enmendar las leyes de Transparencia y Datos Abiertos para atemperarse a las mejores prácticas de gobierno abierto reconocidas internacionalmente, utilizando como base las recomendaciones del Análisis de las Leyes de acceso a la información y Datos de abiertos de Puerto Rico que publicó el año pasado el Centre for Law and Democracy y el Dr. Toby Mendel.
- Propulsar mediante orden ejecutiva y legislación la publicación oportuna y proactiva de todos los pagos y desembolsos que se hacen con fondos públicos desde el ejecutivo, legislativo y judicial, con un programa de “chequera abierta” como el que existe en muchas jurisdicciones de los Estados Unidos y que el Instituto de Estadísticas de Puerto Rico tuvo en un pasado.
- Crear el Registro público de gastos tributarios y fiscales, y asegurar continuar con la publicación periódica (anual o bienal) del informe de todos los gastos fiscales o tributarios (Tax Expenditures Report) mediante legislación u orden ejecutiva.
- Revisar códigos relevantes para disponer para la publicación proactiva y expedita, ya sea por la Oficina de Ética Gubernamental o por el cuerpo legislativo, de los informes financieros que rinden anualmente los miembros y funcionarios de la Asamblea Legislativa.
Conclusión
Al culminar este recuento de recomendaciones, la AEPR insta a todos los candidatos y todas las candidatas a que se comprometan no solo a incorporar estas propuestas en sus plataformas, sino también a garantizar su implementación efectiva. Nuevamente, reconocemos que la lista presentada no es exhaustiva y animamos a la incorporación de más recomendaciones provenientes de organizaciones líderes, como parte de un compromiso continuo con la mejora y la innovación informada. La adopción de estas políticas, basadas en evidencia y fruto de los estudios de organizaciones destacadas en sus respectivas áreas, es un paso esencial hacia la consecución de una visión compartida de progreso y equidad para Puerto Rico. Es imperativo que este ejercicio de adopción e implementación de medidas basadas en evidencia se vea no como una tarea aislada, sino como la cultivación de una práctica continua que asegure el desarrollo sostenible y el bienestar de las generaciones futuras.