La mayoría de los deportistas que representarán a los territorios palestinos en los Juegos Olímpicos de París nacieron en otro lugar —Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Alemania, Chile o Estados Unidos— pero les importa mucho la política del lugar donde nacieron sus padres y abuelos.
Están entusiasmados por competir, pero reconocieron que su presencia en los Juegos no sólo se trata del deporte. Desde que inició la guerra entre Israel y Hamas, en la que han fallecido decenas de miles de personas en Gaza, estos ocho deportistas —dos de los cuales vienen de Cisjordania— cargan con una pesada responsabilidad.
El nadador Yazan Al Bawwab, de 24 años, nació en Arabia Saudí y vive en Dubai, Emiratos Árabes. Dice que no espera ser reconocido por sus actuaciones en la piscina, sino que la natación es “una herramienta para Palestina”.
“Desafortunadamente nadie me ha preguntado sobre mis competencias. A nadie le importa”, reconoció Bawwab, cuyos padres nacieron en Jerusalén y Lod, la ciudad que se ubica hoy al centro de Israel. “Seré completamente honesto: Francia no reconoce a Palestina como país. Pero estaré ahí, levantando mi bandera. Ése es mi papel”.
Oman Ismail, quien nació en Dubai y cuyos padres proceden de la población de Jenin en Cisjordania, tiene ambiciones deportivas más elevadas. Poco después de que consiguió su boleto en el torneo de clasificación de taekwondo en China, el adolescente dijo que su meta era un oro en París.
Pero incluso si no gana, Ismail sabe que su mera participación simboliza algo más grande.
“Represento la identidad de la gente de Palestina, su tenacidad”, indicó Ismail. “Quisiera inspirar a los niños de Palestina, demostrarles que cada uno puede lograr sus metas, darles esperanzas.
Pero incluso en las mejores circunstancias es difícil mantener un programa adecuado de entrenamiento en Gaza, Cisjordania y Jerusalén. Nueve meses de guerra lo ha hecho casi imposible.
Casi toda la infraestructura palestina está destruida, incluidos los clubes y las instituciones, comentó Nader Jayousi, director técnico del Comité Olímpico Palestino.
“¿Sabes cuántas piscinas aprobadas hay en Palestina? Cero”, dijo Bawwab, quien reconoció que la economía palestina es demasiado pequeña y frágil para consistentemente apoyar el desarrollo de atletas de alto rendimiento. “No hay deporte en Palestina”.
La diáspora palestina siempre ha tenido un papel importante en los Juegos Olímpicos y otras competencias internacionales, destacó Jayousi.
Indicó que no es la primera vez que la mayoría de los atletas que representan al comité palestino vienen de otro lado.
Más de 38.000 personas han muerto desde que inició la guerra en Gaza, de acuerdo con funcionarios locales de salud. Entre los fallecidos estuvieron cerca de 300 deportistas, árbitros, entrenadores y otras figuras del deporte de Gaza, añadió Jayousi.
Quizás el deportista de mayor renombre que murió en la guerra fue el fondista Majed Abu Maraheel, quien en 1996 se convirtió en el primer palestino en participar en los Olímpicos. Falleció de insuficiencia renal a inicios del año debido a que no pudo seguir un tratamiento en Gaza y no fue posible evacuarlo a Egipto, confirmaron las autoridades palestinas.
Sólo un atleta palestino, Ismail, se clasificó a París por sus propios méritos. Los otros siete consiguieron su boleto bajo un sistema de invitaciones que se entregan como parte de la cuota de universalidad y que es apoyada por el Comité Olímpico Internacional. Ésta permite competir a atletas que representan a naciones pobres y con programas deportivos menos establecidos, incluso cuando incumplen con el criterio deportivo.
Los atletas palestinos participarán en boxeo, judo, natación, tiro deportivo, atletismo y taekwondo.