El secretario general de la Organización de los Estados Americanos instó el martes a Nicolás Maduro a que reconozca su derrota en los comicios presidenciales de Venezuela o convoque a una nueva votación más transparente, sumándose a numerosos cuestionamientos internacionales al resultado de las elecciones que proclamaron triunfador al actual mandatario y que ha sido desconocido por varios países.
Poco después, el presidente estadounidense, Joe Biden, y su par brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, urgieron al gobierno de Maduro a difundir de inmediato “los resultados electorales completos, detallados y transparentes” con los que el mandatario fue declarado ganador.
Un comunicado de la Casa Blanca sobre la llamada telefónica que ambos presidentes mantuvieron, indicó que Brasil y Estados Unidos reconocieron que la situación en Venezuela “representa un momento crítico para la democracia del hemisferio”. Ambos líderes se comprometieron también a tener una estrecha coordinación sobre el tema de Venezuela, según la declaración de un párrafo de la Casa Blanca.
En tanto, el gobierno de Perú reconoció al opositor Edmundo González como el presidente electo de Venezuela y desde Costa Rica llegó el ofrecimiento de asilo para el candidato de la oposición y para la líder María Corina Machado ante los mensajes lanzados por autoridades venezolanas para que fueran detenidos.
A la condena de la OEA se sumó también el pronunciamiento del Centro Carter sobre la “ausencia de transparencia” y su imposibilidad para verificar los resultados de las cuestionadas elecciones. El organismo fue uno de los pocos invitados por las autoridades venezolanas para presenciar los comicios en caracter de observador internacional.
El incremento de la presión internacional tiene lugar dos días después de los comicios y luego de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela proclamara el lunes oficialmente presidente a Maduro, en su segunda reelección, después de que la noche del domingo difundiera resultados que daban al mandatario la victoria electoral con 51% de los votos frente a 44% de González.
“Resulta imperioso conocer sobre la aceptación de Maduro de las actas en poder de la oposición y en consecuencia aceptar su derrota electoral”, expresó la oficina de Luis Almagro en su primer pronunciamiento sobre el proceso electoral del domingo en Venezuela.
“De no hacerlo, sería necesaria la realización de nuevas elecciones”, pero esta vez con observadores internacionales de la Unión Europea y la OEA y nuevas autoridades electorales “para que se reduzca el margen de irregularidad institucional que plagó este proceso”, indicó la secretaría general del organismo continental en un comunicado de prensa.
Poco después de que Costa Rica le ofreciera asilo, Machado le agradeció y dijo en su cuenta de la red social X, antes Twitter, que su prioridad es la protección de los seis miembros de su partido que están asilados desde abril en la residencia del embajador de Argentina. “Mi prioridad es continuar esta lucha junto a la gente”.
El canciller peruano, Javier González-Olaechea, en tanto, anunció que su gobierno reconoce a González como “el presidente electo legítimo de Venezuela” y sostuvo que Maduro es “una persona que desea por la vía de la dictadura perpetuarse en el poder”.
Tras ese pronunciamiento, el gobierno de Maduro acordó romper relaciones diplomáticas con Perú. El canciller venezolano, Yvan Gil, dijo la noche del martes en su cuenta en X que Caracas tomó la decisión luego de las “temerarias declaraciones” de su par peruano.
Más tarde, la presidencia de Perú dijo en sus redes sociales que la decisión del gobierno de Maduro se produjo por “la imposibilidad de demostrar fehacientemente su atribuido triunfo electoral, exhibiendo todas las actas con verificación internacional como solicitan los países y múltiples organismos internacionales”.
Por su parte, el ministro de Relaciones Exteriores costarricense, Arnoldo André, ofreció el territorio de su país como asilo para ambos opositores y para quienes se han refugiado en la embajada de Argentina en Caracas.
Poco después del pronunciamiento de la oficina de Almagro, Estados Unidos volvió a criticar la falta de transparencia del proceso y pidió a las autoridades electorales de la nación sudamericana que revelen los resultados. Dijo asimismo que está revisando información compartida por organizaciones civiles e informes de observadores internacionales.
“Hay claros indicios de que los resultados electorales anunciados por el Consejo Nacional Electoral de Venezuela no reflejan la voluntad del pueblo venezolano expresada en las urnas”, manifestó Adrienne Watson, portavoz del Consejo Nacional de Seguridad.
Sólo un puñado de observadores internacionales fue autorizado por el gobierno venezolano a presenciar los comicios, entre ellos una pequeña delegación de las Naciones Unidas y el Centro Carter, una organización no gubernamental estadounidense que promueve la democracia.
Varios países latinoamericanos, entre ellos Argentina, Brasil, Chile, Costa Rica, Perú, República Dominicana, Panamá y Uruguay, criticaron la falta de transparencia del proceso electoral que proclamó presidente a Maduro, lo que enfureció al gobierno venezolano que ordenó regresar a todo su personal diplomático en esas naciones y les pidió que hicieran lo mismo con su personal en Venezuela.
La oposición venezolana ha dicho que desconoce el anuncio de la autoridad electoral sobre la victoria de Maduro y tiene documentos y actas que demuestran que González es el presidente electo.
Para algunos expertos es vital que la oposición muestre esos registros para darle veracidad a sus reclamos.
“Es realmente importante para reforzar la forma en que la gente ve esto y cómo responde”, expresó Caleb McCarry, un experto en Venezuela que se ha reunido con Maduro en el pasado y es ahora vicepresidente de PAX Sapiens, una fundación sin fines de lucro que se focaliza en problemas globales.
En una conferencia virtual sobre Venezuela organizada por el centro de análisis de Washington Atlantic Council, McCarry dijo que las autoridades electorales deberían publicar los datos de cada distrito electoral y que la oposición venezolana debería acudir a las autoridades electorales con las actas que presuntamente muestran los registros electorales.
Panamá fue el primero en anunciar que retiraría a su personal diplomático en Caracas y que pondría “en suspenso” las relaciones con Venezuela, desencadenando más condenas de la región y una fuerte respuesta de Maduro.
Aunque sus observadores no fueron autorizados por Maduro para estar presentes en los comicios, la Unión Europea (UE) dijo que ha seguido de cerca el proceso y que según informes “fiables” de observadores nacionales e internacionales hubo “numerosos fallos e irregularidades”.
“Los resultados de las elecciones no han sido verificados y no podrán considerarse representativos de la voluntad del pueblo venezolano hasta que se publiquen y verifiquen todas las actas oficiales de las mesas electorales”, expresó Josep Borrell, el alto representante de la UE.
Expertos consultados por AP consideran que necesario que la comunidad internacional levante su voz para generar presión sobre Maduro.
Para algunas naciones, como Estados Unidos, sería a través de sanciones y “para la mayoría de los países presionar a Maduro para que publique los recuentos de votos para que sean auditados”, dijo a AP Ryan Berg, director del Programa de las Américas del Center for Strategic and International Studies, con sede en Washington. “Hasta entonces, habrá una nube de sospecha sobre su cabeza y seguirá siendo un paria internacional”.
A pedido de Argentina, Canadá, Chile, Costa Rica, Ecuador, Estados Unidos, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay, el Consejo Permanente de la OEA realizará el miércoles una reunión extraordinaria para analizar la situación de Venezuela, que hace años resolvió unilateralmente retirarse del organismo.
La oficina de Almagro resaltó la urgencia de que Maduro reconozca su derrota o convoque a nuevos comicios “teniendo en cuenta que el comando de campaña opositor ya presentó las actas por las que habría ganado la elección” y el oficialismo —incluidas las autoridades electorales— “no ha podido presentar las actas por las que habría ganado lo cual a esta altura sería risible y patético sino fuera trágico”.
El comunicado oficial se difundió el mismo día en que Almagro recibió un informe del Departamento de Cooperación y Observación Electoral de la OEA sobre los comicios en Venezuela.
“El manual completo del manejo doloso del resultado electoral fue aplicado en Venezuela la noche del domingo”, indicó la oficina del secretario general. “Se fue a un proceso electoral sin garantías, ni mecanismos y procedimientos para hacer valer esas garantías”, señaló.