Dos ataques aéreos israelíes en Cisjordania causaron la muerte de nueve combatientes palestinos el sábado, informó el ejército israelí, mientras se recrudece la violencia en el territorio ocupado por Israel y aumentan las tensiones por la guerra en la Franja de Gaza.
Las discusiones sobre el alto el fuego en Gaza continuaron, y una delegación israelí encabezada por el jefe de la agencia de espionaje israelí Mossad arribó en El Cairo, según un funcionario egipcio. Estados Unidos ha instado a Israel a aprovechar la oportunidad de un cese del fuego tras el sorprendente asesinato del dirigente político de Hamás en Irán, del que Teherán culpa a Israel.
Esa muerte y el asesinato de un comandante de Hezbollah a manos de Israel en el Líbano tienen a la región en vilo por una represalia contra Israel, luego de que Irán y sus aliados prometieron que emprenderán acciones. Los llamamientos para que la gente abandone Líbano aumentaron luego de que disminuyó la actividad aérea en la nación.
En el norte de Cisjordania, el ejército israelí explicó que sus fuerzas alcanzaron un vehículo en una zona rural al noroeste de la ciudad de Tulkarem, en el norte de Cisjordania, a primera hora de la mañana del sábado, causando la muerte de las cinco personas que iban a bordo. Las fuerzas militares señalaron que los combatientes iban en camino a perpetrar un ataque. Los cinco hombres fueron identificados por Hamás como combatientes del grupo, incluido uno que era un comandante local.
Según un reportero de The Associated Press y testigos, la explosión se produjo en una carretera que une las localidades palestinas de Zeita y Qaffin.
“Llegamos al sitio y encontramos a un joven martirizado allí en la calle sin la mitad del rostro”, dijo Taiser Abdullah, residente de Zeita. La agencia de noticias palestina Wafa informó que cuatro cuerpos fueron “quemados y carbonizados hasta quedar irreconocibles”.
Horas más tarde, el ejército israelí informó que había matado a otros cuatro combatientes palestinos en la zona de Tulkarem poco después de que abrieron fuego contra tropas israelíes que operaban en la zona. De momento no había más información sobre este segundo ataque.
Más de 590 palestinos han muerto por fuego israelí en Cisjordania desde el inicio de la guerra ente Israel y Hamás en Gaza en octubre, de acuerdo con las autoridades sanitarias palestinas. La mayoría fallecieron en redadas israelíes y en protestas violentas, pero entre las victimas hay transeúntes y palestinos muertos en ataques de colonos judíos.
En el norte de Cisjordania se han producido algunos de los peores episodios de violencia de los últimos 10 meses. Tulkarem, y sus dos campos de refugiados, se han convertido en uno de los principales focos de tensiones del territorio, y el ejército realiza frecuentes incursiones. Grupos insurgentes como Hamás y Yihad Islámica Palestina tienen una presencia activa en la ciudad.
Tras los asesinatos del líder de Hamás, Ismail Haniyeh, en Teherán a primera hora del miércoles, y del alto mando de Hezbollah, Fouad Shukur, en Beirut la víspera, se teme que se desencadene una guerra regional.
Irán y sus aliados, incluido Hezbollah en Líbano, prometieron tomar represalias contra Israel, que afirmó haber matado a Shukur, pero no ha confirmado ni desmentido su papel en la muerte de Haniyeh. La Guardia Revolucionaria iraní dijo que un proyectil de corto alcance estaba detrás de la matanza y acusó a Estados Unidos de apoyar el ataque.
El Pentágono anunció el viernes por la noche que trasladará un escuadrón de aviones de combate a Oriente Medio y mantendrá un portaaviones en la región. La embajada de Estados Unidos en Beirut alentó a los ciudadanos que deseen abandonar Líbano a “comprar cualquier boleto disponible”, señalando que las aerolíneas han suspendido o cancelado los vuelos.
El presidente estadounidense Joe Biden dijo el jueves que había instado al primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, a aprovechar la oportunidad para pactar un alto el fuego con Hamás, y añadió que el asesinato de Haniyeh en Irán “no había ayudado” a los esfuerzos para poner fin a la guerra. Netanyahu ha prometido destruir las capacidades militares y de gobierno de Hamás.
El sábado a mediodía llegó a El Cairo una delegación israelí encabezada por el jefe del Mossad, David Barnea, según informó un funcionario egipcio. La delegación, que también incluye a Ronan Bar, jefe de la agencia de seguridad interna israelí Shin Bet, se reunirá con Abbas Kamel, jefe del Servicio General de Inteligencia de Egipto, para mantener conversaciones centradas en el corredor Philadelphi a lo largo de la frontera con Egipto y el paso fronterizo de Rafah, dijo el funcionario.
La delegación abandonó El Cairo horas más tarde y no hubo nada nuevo, señaló el funcionario egipcio, que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a informar a los periodistas.
De momento no había comentarios por parte de los funcionarios israelíes.
En tanto, el número de muertos en Gaza se acerca a los 40,000. Al menos 39,550 palestinos perdido la vida en Gaza en los casi 10 meses transcurridos desde que el letal ataque comandado por Hamás sobre el sur de Israel el 7 de octubre desencadenó la última guerra entre Israel y el grupo insurgente. El conteo de las autoridades sanitarias gazatíes no distingue entre víctimas civiles y combatientes. Israel ha acusado a Hamás de incrustarse entre la población civil y ponerla en peligro.
La mayor parte de la población de Gaza, de unos 2.3 millones de habitantes, se encuentra desplazada, muchas personas varias veces, a medida que el ejército israelí regresa a las zonas donde dice que se han reagrupado los militantes de Hamás. Los servicios de salud y saneamiento se han colapsado en gran medida en todo el territorio a medida que aumenta el hambre.
Se registraron protestas en apoyo a los palestinos y un cese del fuego en Francia, Reino Unido, Marruecos, Pakistán y otras partes del mundo.