La agrupación autodenominada Futuro Vegetal, que curiosamente llama a la “desobediencia civil no violenta”, se adjudicó el ataque vandálico a la mansión de Lionel Messi en la isla española de Ibiza. Con pintura roja y negra, los activistas atacaron la fachada para denunciar lo que consideran la responsabilidad de los ricos en la crisis climática.
A través de un comunicado que subieron en sus redes, intentaron explicar el razonamiento de sus acciones: “La mansión se trata de una construcción ilegal que el futbolista adquirió por la exorbitante cifra de 11 millones de euros”.
Según el grupo, “solo en Baleares han muerto entre dos y cuatro personas como consecuencia directa de la ola de calor” y afirmaron que “el 1% más rico de la población es responsable de la misma cantidad de emisiones de carbono que los dos tercios más pobres”.
La “mejor finca vacacional” de Europa
Tan espectacular es la casa de la “Pulga” que ostenta la designación de la “mejor finca vacacional” de Europa en 2018, según el portal de noticias argentino TN.
La propiedad tiene un valor de 11 millones de euros y se encuentra en la península al oeste de la isla de Ibiza. Con una superficie de 568 metros cuadrados, la mansión es conocida como “Sa Ferradura”.
La casa cuenta con seis habitaciones, varias terrazas, zonas al aire libre, una piscina de 23 metros y otra ubicada en un jardín tropical. Además, posee un gimnasio y una plataforma para DJ. La mansión puede albergar hasta 12 personas y tiene una plantilla de 22 empleados, incluyendo cocineros y personal de lavandería.
La casa de Messi fue refugio de piratas
El pasado de la propiedad también es fascinante. Construida originalmente como casa privada en los setenta, “Sa Ferradura” sirvió como refugio para piratas en el siglo XVII. Ubicada en una península rodeada por el Mar Mediterráneo y protegida por altos acantilados, ofrece total privacidad y solo se puede acceder en auto.
En la actualidad, la propiedad de Messi está situada en una península de 35 mil metros cuadrados en la bahía de Sant Miquel, a 22 kilómetros de la ciudad de Ibiza. La compró al magnate ruso Mikhail Prokhorov, ex dueño de los Brooklyn Nets de la NBA, quien a su vez la había adquirido de otro ciudadano ruso por 22 millones de euros.
Ex dueño se peleó con Putin
La mansión de Messi no solo destaca por su belleza y lujo, sino también por las historias que la rodean. Prokhorov, su antiguo dueño, es conocido en Rusia por haberse presentado a las elecciones presidenciales en 2012, obteniendo un 8% de los votos y convirtiéndose en un opositor visible a Vladimir Putin.
El ataque a la mansión de Messi ha resaltado la tensión entre activistas medioambientales y figuras adineradas. Futuro Vegetal ha utilizado este acto para llamar la atención sobre la crisis climática y la supuesta complicidad de los ricos en su agravamiento.