ATENAS (AP) — Cientos de bomberos respaldados por más de 30 aeronaves que descargaban agua combatían el lunes un gran incendio forestal descontrolado en las afueras al norte de la capital griega. Se evacuaron hospitales y zonas residenciales.
El incendio, avivado por vientos fuertes, comenzó el domingo por la tarde y avanzaba deprisa por pinares secos tras sucesivas olas de calor este verano, después de un invierno especialmente seco. Los meses de junio y julio de este año fueron los más calurosos jamás registrados en Grecia, que también tuvo su invierno más cálido documentado.
Para media mañana, el fuego avanzaba principalmente en dos frentes, y algunas zonas eran de acceso especialmente difícil en una montaña al nordeste de Atenas, según el ministro de Crisis Climática y Protección Civil, Vassilis Kikilias.
Las autoridades enfrentaban “un incendio excepcionalmente peligroso, que llevamos combatiendo más de 20 horas en circunstancias dramáticas”, dijo Kikilias. El viento agravaba las condiciones sobre el terreno.
Más de 670 bomberos y 27 equipos de efectivos especialmente entrenados para combatir incendios forestales, con más de 80 miembros de las fuerzas armadas, se enfrentaban a las llamas. Se habían desplegado más de 180 vehículos y más de 30 aviones y helicópteros que descargaban agua prestaban apoyo aéreo.
Un hospital infantil, un hospital militar, dos monasterios y un centro de menores fueron evacuados de madrugada, según el departamento de bomberos, y se emitieron órdenes de evacuación en más de una docena de lugares, como Maratón y varios suburbios de Atenas. Tres hospitales de la capital estaban en alerta para atender a posibles heridos.
Dos bomberos sufrieron heridas leves, según medios locales, y varios civiles fueron atendidos en hospitales por inhalación de humo.
Las autoridades en poblaciones cercanas abrieron al menos un centro deportivo y ofrecieron habitaciones en hoteles a los evacuados, mientras más suburbios quedaban bajo preaviso por posibles evacuaciones.
En las evacuaciones participaban 380 agentes de policía con 77 vehículos, 36 motocicletas, tres autobuses y cuatro furgonetas. A media mañana habían ayudado a alejar a más de 250 personas de la zona de peligro. La policía publicó un video en redes sociales que mostraba a agentes cargando ancianos en brazos para llevarlos de casas a vehículos que esperaban, mientras el cielo nocturno al fondo se volvía rojo por las llamas y el humo.
El fuego envió una masa de humo sobre el centro de la capital griega y oscureció el cielo. Había comenzado el domingo por la tarde a unos 35 kilómetros (22 millas) de Atenas y no tardó en salirse de control avivado por el viento. Las autoridades dijeron que las llamas alcanzaban los 25 metros (80 pies) de altura en algunos puntos.
Meteorólogos y miembros del gobierno han advertido del riesgo agravado de incendios debido a las condiciones meteorológicas entre el domingo y el jueves. La mitad del país está en alerta roja por riesgo de incendios, según el ministro de Crisis Climática y Protección Civil, Vassilis Kikilias.
Los bomberos pidieron a la población que siguiera las órdenes de evacuación emitidas por protección civil, y las autoridades señalaron que algunas personas que se habían negado a salir de sus casas se vieron atrapadas después y tuvieron que ser rescatadas, lo que ponía en peligro las vidas de los bomberos.
“Durante la noche, el viento siguió fuerte, creando situaciones peligrosas”, dijo el coronel Vassileios Vathrakogiannis, vocero de los bomberos. “Por desgracia se espera que su intensidad se incremente en las próximas horas, y en cualquier caso los ciudadanos de las zonas donde se está desarrollando el juego deben seguir las indicaciones de las autoridades”.
Los incendios forestales son habituales en Grecia durante sus veranos secos y cálidos, aunque las autoridades han dicho que el cambio climático hace esos fuegos más grandes y frecuentes. En 2018, un enorme incendio arrasó la localidad costera de Mati, al este de Atenas, atrapando a la gente en sus hogares y carreteras cuando intentaban huir en auto. Más de 100 personas murieron, incluidas algunas que se ahogaron cuando intentaban huir a nado de las llamas.
Más de 20 personas murieron el año pasado en incendios en Grecia, incluidos 18 migrantes que se vieron atrapados por el fuego cuando cruzaban un bosque en el nordeste de Grecia, en un enorme incendio que ardió durante más de dos semanas.
