Hay condiciones de salud que se manifiestan en la piel y cambian su apariencia, causando irritación, picor, inflamación o manchas. Entre las más conocidas están la psoriasis y la dermatitis atópica, dos enfermedades crónicas cuyos síntomas pueden confundirse, pero que una evaluación clínica puede ayudar a diagnosticar y tratar.
Y con el diagnóstico, existe una variedad de tratamientos cada vez más efectivos y duraderos, que permiten a los pacientes mantener su condición controlada. Te contamos cómo se definen estas dos enfermedades de la piel, qué las distingue y cómo deben atenderse.
Los Institutos Nacionales de Salud (NIH, por sus siglas en inglés) definen la psoriasis como una enfermedad de larga duración, que puede aparecer en cualquier momento de la vida, causando escamas gruesas e inflamación rojiza en distintas áreas de la piel. Ese es el síntoma más evidente de la psoriasis, pero no el único. La condición también puede presentarse con piel seca y agrietada, picor o sangrado. Según explica la NIH, algunos pacientes pueden sufrir psoriasis en las uñas.
Aunque es para toda la vida, pues afecta al sistema inmune, los síntomas de la psoriasis no necesariamente siempre están presentes. Hay pacientes que experimentan brotes por días o semanas, y luego pueden pasar mucho tiempo en remisión. Usualmente, las placas o inflamaciones ocurren en el cuero cabelludo y en las extremidades, principalmente en los codos y las rodillas. También pueden aparecer en el rostro, las uñas de las manos y los pies, y los genitales.
Mientras, la dermatitis atópica ocurre debido a que la piel pierde su barrera protectora, causando una acumulación de células cutáneas que se convierten en escamas o parchos rojos. La gran mayoría de los pacientes que presentan este diagnóstico, comúnmente conocido como eccema, son infantes o niños. Por no tener cura, la condición los acompañará de por vida. Su manifestación más evidente es un picor insoportable y enrojecimiento de la piel, principalmente en lugares donde hay pliegues.
Usualmente, esta condición aparece en pacientes con familiares que sufren de una de las enfermedades que componen la llamada tríada atópica: asma, rinitis alérgica y dermatitis atópica. La NIH también destaca que, quienes la padecen, pueden presentar alergias a algunos alimentos y a factores externos como jabones, perfumes y humo de cigarrillo.
Lo positivo para los pacientes de ambas condiciones es que existen medicamentos tópicos, orales e inyectables que los dermatólogos prescriben dependiendo de la severidad de la condición y factores de riesgo. Si usted o algún familiar experimenta alguno o varios de estos síntomas, consulte a un especialista para lograr un rápido diagnóstico y el tratamiento adecuado.
Síntomas de psoriasis:
Los más frecuentes incluyen:
· parches de piel roja y gruesa con escamas que pican o arden
· piel seca y agrietada que pica o sangra
· uñas gruesas, estriadas y picadas
· dificultad al dormir
Síntomas de dermatitis atópica:
· picazón
· manchas secas en la piel
· sarpullido que puede sangrar, o secretar líquido al rascarse
· engrosamiento y endurecimiento de la piel
· Otras afecciones, como:
- asma y alergias
- otras enfermedades de la piel
- depresión o ansiedad
- pérdida de sueño