Los huracanes Helene y Milton causaron una destrucción tan compleja que la evaluación de los daños continúa, pero expertos gubernamentales y privados coinciden en que posiblemente se sumen a la lista de huracanes como Katrina, Sandy y Harvey, que dejaron afectaciones por un monto superior a los 50,000 millones de dólares cada uno.
Peor aún, la mayoría de los daños —al menos el 95% de ellos en el caso de Helene— no estaban cubiertos por seguros, lo que ha sumido a las víctimas en un profundo agujero financiero.
Las muertes relacionadas con el paso de las tormentas han ido en descenso con el paso de los años, aunque Helene fue una excepción. Pero incluso con cifras ajustadas a la inflación, el costo de los daños que provocan las tormentas intensas se ha ido disparando debido a que hay más personas que construyen en lugares propensos a huracanes, a que los costos de reconstrucción aumentan más rápido que la inflación, y a que el cambio climático provocado por el ser humano ha hecho que las tormentas sean más fuertes y con más agua, aseguran expertos en distintas ramas.
“Las tormentas de la actualidad, los eventos de la actualidad son sumamente distintos a los eventos del pasado. Una de las cosas que hemos estado viendo es que el contenido energético que estos sistemas pueden retener es significativamente mayor a lo que solía ser”, declaró John Dickson, presidente de Aon Edge Insurance Agency, la cual se especializa en coberturas contra inundaciones. “En muchos de los casos, el clima parece moverse más rápido de lo que nosotros, como sociedad, estamos preparados para hacerle frente”.
En los últimos 45 años, y ajustados a la inflación, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) ha contabilizado 396 desastres meteorológicos que han provocado daños por un valor superior a los 1.000 millones de dólares, y 63 de estos eventos fueron huracanes o tormentas tropicales.
La marca de pérdidas directas por más de 50.000 millones de dólares es el umbral para diferenciar “eventos verdaderamente históricos”, dijo Adam Smith, economista y meteorólogo que gestiona la lista del Centro Nacional para Información Ambiental de la NOAA en Asheville, Carolina del Norte, un poblado devastado por el paso de Helene.
Sólo ocho huracanes alcanzaron ese umbral. Smith dijo que considera que Milton y Helene tienen una “muy buena oportunidad” de sumarse a la lista.
El primer huracán en causar daños por 50.000 millones de dólares fue Andrew en 1992. Estados Unidos pasó otros 13 años antes de que Katrina superara ese monto y luego otros siete años para anotar a un tercer huracán en la lista con la llegada de Sandy. Con Helene y Milton serían siete catástrofes de 50.000 millones de dólares en los últimos siete años.
El cálculo de daños no es precisamente una ciencia exacta. Mientras más compleja e intensa sea una tormenta —como en los casos de Milton y Helene— se requiere de más tiempo para evaluar el monto de los daños, dijo Smith. Las afectaciones se extienden por varios lugares y a menudo por una zona muy extensa, con daños por vientos en algunos lugares y devastación por inundaciones en otros. Helene, en particular, provocó inundaciones generalizadas y en lugares donde no están habituados a ellas. Las estimaciones recientes de despachos privados arrojan resultados variables o están incompletas.
Existen tres categorías de daños: Daños asegurados, no asegurados y costo económico total. Muchas empresas de riesgos y seguros se dedican exclusivamente a calcular las pérdidas cubiertas por un seguro.
Por lo general, el seguro inmobiliario suele cubrir daños causados por el viento, pero no inundaciones. Se debe adquirir una póliza especial para eso. Las primas de seguros por inundación varían de acuerdo a la región, y las tormentas difieren en cuanto a si causan mayores afectaciones por el viento o el agua. En el caso de Helene, la mayor parte de sus daños fueron causados por el agua, algo que es menos probable que esté cubierto por los seguros, mientras que buena parte de las afectaciones de Milton fueron a causa del viento.
De los 10 huracanes más costosos en la lista de la compañía aseguradora Swiss Re —que aún no incluye a Helene o Milton—, el daño asegurado representa alrededor del 44% de los costos totales.
Pero en el caso de Helene, Dickson calculó que únicamente el 5% de las víctimas contaban con cobertura para el tipo de daños que sufrieron. Estimó que los daños asegurados ascienden a 10,000 millones de dólares, por lo que las proyecciones indicarían que el costo total sería en el rango de los 100,000 a 200,000 millones de dólares, lo que calificó de elevado pero dentro de lo posible. Las pérdidas aseguradas de Milton están entre los 50,000 y 60,000 millones, señaló.
En lo referente a Helene, Swiss Re dijo que menos del 2% de las viviendas en Georgia cuentan con un seguro federal contra inundaciones, mientras que en Carolina del Norte y Carolina del Sur es del 3% y 9%, respectivamente. En el condado de Buncombe, Carolina del Norte, en donde más de 57 personas murieron por las inundaciones provocadas por Helene, menos del 1% de las residencias estaban cubiertas por un seguro federal contra inundaciones, indicó la agencia.
El modelo de riesgos del conglomerado de servicios financieros Moody’s calculó que las dos tormentas causaron daños por un total de entre 20,000 y 34,000 millones de dólares.
Karen Clark and Company, una empresa de modelo de desastres que utiliza simulaciones por computadora sobrepuestas a los datos de la tormenta y de aseguradoras, se negó a dar un estimado del costo total de los daños. Pero señaló que tan sólo Helene provocó pérdidas aseguradas por 36.000 millones de dólares, mientras que en el caso de Milton fueron de 6.400 millones de dólares.