Lo que comenzó como un desalojo de viviendas en una comunidad de Valencia, España, se convirtió en el descubrimiento de personas secuestradas, que habían sido secuestradas y forzadas a vivir en condiciones deplorables por un banda de criminales.
La precariedad en la que estas personas fueron halladas por la guardia nacional española fue considerado una ‘granja humana’, cuyas víctimas eran retenidas sin alimentos ni agua para el robo de su identidad y/o la firma de documentos para la compra de viviendas o autos, informó El Pais.
A los detenidos se les atribuye delitos de extorsión, blanqueo de capitales, la pertenencia a una organización criminal y su modo de operación se basaba en buscar personas mayores o con graves limitaciones para aprovecharse de la situación.
Siete personas fueron rescatadas y la mayoría no tenía personas cercanas o vivían solos.