La Guardia Costera de Estados Unidos repatrió entre el jueves y el domingo a 47 migrantes a República Dominicana, luego de tres interdicciones marítimas en el Pasaje de la Mona, cerca de Puerto Rico.
“El trabajo diario de nuestros equipos es fundamental para detener los viajes migratorios ilegales y evitar situaciones peligrosas para los migrantes,” expresó en comunicación escrita el comandante Matthew Roman, jefe de respuesta del Sector San Juan, quien exhortó a no confiar en los traficantes humanos y evitar viajes marítimos riesgosos.
Diez de los migrantes detenidos permanecen bajo custodia en Estados Unidos para enfrentar cargos federales ante el Tribunal del Distrito de Puerto Rico, relacionados con intento de reingreso y entrada ilegal a Estados Unidos, y por no obedecer órdenes de alto en el mar, bajo los artículos 8 U.S.C. 1326, 8 U.S.C. 1325 y 18 U.S.C. 2237.
La interdicción más reciente ocurrió el sábado, cuando la tripulación de un avión de la Estación Aérea de la Guardia Costera de Miami avistó una embarcación sospechosa al suroeste de Isla de Mona. La Guardia Costera movilizó el Cutter Paul Clark para interceptarla, embarcando a 27 migrantes, entre ellos 24 dominicanos y tres haitianos. Veintidós de estos migrantes fueron repatriados a una embarcación de la Armada de República Dominicana en Punta Cana, mientras que cinco quedaron bajo custodia de la Patrulla Fronteriza en Aguadilla para enfrentar cargos.
La segunda interdicción ocurrió el viernes, cuando una embarcación improvisada fue detectada al sur de Isla de Mona. La tripulación del Cutter Paul Clark abordó a 23 migrantes dominicanos. Diecinueve fueron repatriados y cuatro fueron entregados a la Patrulla Fronteriza en San Juan.
La primera interdicción se dio el 23 de octubre, cuando el Cutter Joseph Napier interceptó una embarcación con siete migrantes al norte de Aguadilla. Seis de ellos fueron repatriados y uno quedó bajo custodia para ser procesado judicialmente.
Los migrantes interceptados en el mar o detenidos en tierra no podrán permanecer en Estados Unidos y podrían ser inelegibles para opciones de inmigración legal, siendo repatriados a su país de origen.