A menos de un mes para que llegue la tan esperada Navidad y poco más para recibir el nuevo 2025, la estilista puertorriqueña Vilma Arriaga, quien tiene su salón de belleza que lleva su nombre en San Juan, explicó cómo las emociones influyen en los “looks” que escogemos lucir para estas fiestas.
“Las personas tienen que entender que el marco completo del cuerpo es el pelo. Cuando digo marco, me refiero a la visión, el efecto de mirar a alguien directamente, no son ni los ojos, ni las cejas, ni la espalda, ni el frente, es el pelo. Tú identificas a la persona y la personalidad por el pelo”, planteó la estilista.
Por muy complejo que parezca, las emociones se ven reflejadas en el cabello de forma directa. Cuanto más difícil de gestionar son esas emociones, más afectada se puede ver tu salud capilar. “Tú expresas a través de tus emociones una tabla de cosas en tu cuerpo, porque tienes unas emociones internas. El que no quiere hacerse tatuaje, se pinta el pelo de todos los colores”, explicó.
Asimismo, hay personas que deciden cortarse el cabello y comenzar de nuevo. La estilista relaciona estas decisiones con el desapego y la seguridad.
“Cuando dicen que eso se corta y no importa, como que si me arrepiento, pues me lo corto; pues mira, tienen seguridad en sí mismos. Cuando te despegas del apego es bueno porque entonces te das la oportunidad de que entren cosas nuevas”, indicó.
“Tanto es así que si una persona está constantemente cambiando sus colores de cabello y cambiando sus cortes, es una persona inestable emocionalmente porque lo último que se repara en mucho tiempo es el cabello”, añadió.
“La clienta no es un símbolo de dólar”
Pese a que nos referimos a ellas como “clientas”, son, simplemente, mujeres que están buscando que les hablen con honestidad y no que las vean como un símbolo de dólar.
“No podemos perder la interacción con la clienta y no podemos pensar que son un signo de dólar, son personas comunes e iguales que quieren sentirse bien. Entonces, aquí el estilista es quien juega con el camuflaje de canas, por ejemplo, para hacer que la persona, si no puede pagar el tinte a las dos semanas, pueda aguantar por lo menos 3 o 4 meses. Hay que buscar alternativas al bolsillo de la clienta, pero buscando las alternativas con la realidad”, dijo la estilista.
Por la ansiedad que puede provocar esta temporada navideña y por el ajetreo de vida constante que muchos puertorriqueños llevamos, al momento de llegar al salón de belleza, la clienta intenta verse bien. “La tendencia como tal es la economía pero la definimos nosotras mismas”, añadió.
Arriaga aconsejó no copiar ninguna “tendencia” porque cada persona tenía su propia identidad y estilo.
“El cabello define quién tú eres. Tú no tienes que copiar a nadie, tú tienes que tener un amor propio, una personalidad propia y entender que cuando tú te mires al espejo, preguntarte si ese estilo va contigo o no”, aseguró.
“No podemos dejar que la masa sea la que domine la tendencia, la tendencia la crea uno mismo, porque si la masa quiere los rojos, no a todo el mundo le va el rojo pero yo le digo a todo el mundo, ‘vive la experiencia’”, concluyó.