LA HAYA, Holanda (AP) — Una explosión y un incendio sacudieron un barrio de la ciudad holandesa de La Haya el sábado, matando a una mujer e hiriendo a otras personas, además de destruir varios apartamentos, informaron las autoridades.
La causa del desastre no estaba clara.
El alcalde Jan van Zanen dijo que los investigadores están considerando “todas las posibilidades”. La policía indicó que están buscando un automóvil que fue visto abandonando la escena en caso que eso ayude con la investigación.
Las autoridades de emergencia señalaron que cuatro personas fueron rescatadas de entre los escombros y trasladadas a un hospital. El alcalde dijo que los rescatistas ya no buscaban sobrevivientes sino posibles cadáveres, pero no pudieron precisar cuántas personas aún no han sido localizadas.
Los residentes en el barrio de Mariahoeve, en el noreste de La Haya, escucharon un enorme estruendo y gritos antes del amanecer. Una mujer contó a medios noticiosos locales que pensó que se trataba de un sismo.
Las autoridades holandesas desplegaron una cuadrilla especializada de búsqueda y rescate urbano en la zona, con cuatro perros entrenados para encontrar víctimas. El equipo había participado anteriormente en las labores de rescate del devastador sismo que azotó Turquía en 2023.
Poco después de la explosión, se podía ver una fila de ambulancias esperando posibles víctimas. El portavoz del hospital local dijo que estaban preparados para atender a los heridos.
El alcalde lo describió como “un día extremadamente pesado”.
“Esperaba un sábado diferente”, indicó van Zanen en una conferencia de prensa.
El primer ministro Dick Schoof señaló en un comunicado que estaba conmocionado por las imágenes del desastre.
“Mis pensamientos están con las víctimas, todas las demás personas involucradas y los servicios de emergencia que ahora están trabajando en la escena”, afirmó.
La familia real holandesa expresó sentimientos similares.
“Nuestros pensamientos están con los afectados en La Haya tras la explosión e incendio esta mañana”, incluyendo aquellos “que temen por el destino de sus seres queridos”, dijeron el rey Guillermo-Alejandro y la reina Máxima en un comunicado.