En la granja de Chris Hopkins, ubicada en Georgia, el paisaje sigue siendo un recordatorio del paso devastador del huracán Helene por el sur de Estados Unidos. Dos meses después del fenómeno, aún se pueden observar equipos agrícolas retorcidos y ramas de árboles desgajadas.
Un sistema de riego por aspersión de 92 metros (300 pies) permanece volcado en el campo, con tuberías de acero dobladas y juntas soldadas destrozadas. Cerca de un camino, los restos arrugados de un contenedor de granos secos aún se amontonan como testigos del impacto. Un viernes de principios de diciembre, Hopkins se dedicaba a despejar gruesas ramas del paso de su cosechadora, una máquina similar a un tractor que recolecta algodón a razón de seis surcos a la vez, mientras intentaba recuperar algo de normalidad en medio del desastre.
“He luchado con muchas emociones en los últimos dos meses”, dijo Hopkins, que también cultiva maíz y maní en el condado rural de Toombs, a unos 120 kilómetros (75 millas) al oeste de Savannah. “¿Simplemente salimos de esto y nos rendimos? ¿Reconstruimos? Es emocionalmente agotador”.
Hopkins es uno de los agricultores del sur que aún luchan por recuperarse de la devastación de Helene. El fenómeno tocó tierra en Florida el 26 de septiembre como una fuerte tormenta de categoría 4 y después se dirigió hacia el norte a través de Georgia y los estados vecinos.
Los expertos estiman que el costo para los agricultores, productores de madera y otras empresas agrícolas desde Florida hasta Virginia ascenderá a más de 10.000 millones de dólares. El saldo incluye cultivos devastados, árboles arrancados de raíz, equipo agrícola dañado y gallineros destrozados, además de costos indirectos, como la pérdida de productividad de las desmotadoras de algodón y las plantas de procesamiento de aves de corral.
Para los productores de algodón como Hopkins, Helene golpeó justo cuando iniciaba la cosecha de otoño. Muchos pospusieron la mayor parte de la limpieza para tratar de salvar lo que quedaba de sus cultivos.
Pérdidas “abrumadoras” en algodón, nueces y verduras de otoño
La tormenta provocó pérdidas de al menos 5.500 millones de dólares a los agricultores de Georgia, según un análisis de la Universidad de Georgia. En Carolina del Norte, un organismo estatal calculó que los agricultores sufrieron pérdidas de cosechas y costos de recuperación por 3.100 millones de dólares tras la lluvias e inundaciones récord provocadas por Helene. Otros análisis económicos de daños a las granjas contabilizaron pérdidas de hasta 630 millones de dólares en Virginia, 452 millones de dólares en Carolina del Sur y 162 millones de dólares en Florida.
Hopkins estima que perdió la mitad del algodón en sus 560 hectáreas (1.400 acres).
“Estábamos en la etapa más vulnerable en la que podíamos estar”, dijo. “La fibra de algodón estaba abierta y esponjosa y colgando allí, en espera de ser defoliada o recolectada. Alrededor de 50% de la fibra cosechable terminó en el suelo”.
Aun con su seguro, agregó Hopkins, no recuperará unos 430.000 dólares en pérdidas únicamente de su cosecha de algodón. Eso no incluye el costo de la remoción de escombros, la reparación o reemplazo de la maquinaria dañada y la pérdida de dos pequeños huertos de nueces pecanas, arrancados de raíz por la tormenta.
Helene azotó campos de algodón en flor, huertos de nueces pecanas cargados de frutos secos y campos donde se iban a cosechar verduras de otoño como pepino y calabaza. Cientos de gallineros grandes utilizados para criar miles de aves a la vez quedaron destruidos.
Los granjeros que se encuentran lejos del centro de Helene tampoco se salvaron, ya que los vientos con fuerza de tormenta tropical abarcaron una extensión de hasta 499 kilómetros (310 millas).
“Fue abrumador”, dijo Timothy Coolong, profesor de horticultura de la Universidad de Georgia. “Esto puede ser demasiado para algunas personas”.
Helene fue uno de los huracanes más letales de Estados Unidos en casi dos décadas, provocando la muerte de más de 200 personas. También dejó más de 100.000 hogares dañados o destruidos en todo el sur.
¿Llegará pronto la ayuda a los agricultores?
En noviembre, el gobierno de Georgia desvió 100 millones de dólares que había reservado para proyectos de construcción o pagar la deuda existente para financiar préstamos de emergencia a los agricultores y para la limpieza tras el paso de Helene. El gobernador republicano, Brian Kemp, ha hecho que la ayuda adicional por la tormenta sea una prioridad para la próxima sesión legislativa.
No obstante, la constitución de Georgia prohíbe utilizar fondos estatales para otorgar ayuda directa por desastres a personas y empresas privadas.
En el Congreso, un proyecto de ley de gastos, aprobado el sábado por la mañana para evitar un cierre del gobierno, incluyó 21.000 millones de dólares en ayuda por desastres para los agricultores estadounidenses.
“Necesitamos ayuda, pero la necesitamos rápido”, dijo Jeffrey Pridgen, un agricultor de quinta generación que cría pollos en el condado de Coffee, en el sur de Georgia.
Pridgen operaba una docena de gallineros, cada uno lo bastante grande como para criar hasta 20.000 pollos a la vez. Helene destruyó cuatro de ellos y mató a miles de aves. Sólo uno de los gallineros de Pridgen sigue en condiciones para funcionar; los demás sufrieron graves daños.
Pridgen añadió que los gallineros nuevos costarán unos 450.000 dólares cada uno. Como la mayoría de los suyos tenían varias décadas de antigüedad, cree que el seguro cubrirá sólo la mitad del costo.
“Estaba pensando en jubilarme, pero perdí mi jubilación y mis ingresos en un día”, dijo Pridgen, de 62 años. “Pasarán dos años antes de que volvamos a funcionar a plena capacidad. Básicamente, estoy empezando de nuevo”.
“Todos perdieron algo”
Se calcula que la industria avícola de Georgia sufrió un impacto de unos 683 millones de dólares, y los granjeros tendrán que reconstruir cerca de 300 gallineros y reparar cientos más.
La planta procesadora de aves de corral, que depende de los pollos de Pridgen y otros granjeros afectados por la tormenta, redujo su funcionamiento a solo cuatro días a la semana, señaló.
“Ahora, durante al menos un año, tal vez un poco más, estaremos en modo de reconstrucción”, declaró Mike Giles, presidente de la Federación Avícola de Georgia. “Eso afecta la producción en un área durante un período prolongado de tiempo”.
La devastación de Helene no debería tener un gran impacto en los precios al consumidor porque los cultivos en otros lugares pueden compensar la mayor parte de la escasez, dijo Michael Adjemian, profesor de economía agrícola de la Universidad de Georgia. Las nueces pecanas son una posible excepción. Georgia genera aproximadamente un tercio de la producción estadounidense.
“En la mayoría de los casos, incluso una tormenta terrible como esta tendrá un impacto relativamente menor”, agregó Adjemian. “Y tal vez ni siquiera se note, dependiendo del producto”.
Helene costó a los productores de algodón de Georgia aproximadamente un tercio de su cosecha, y las pérdidas directas e indirectas se calculan en 560 millones de dólares. Algunos todavía se recuperaban del huracán Michael, de 2018.
Los productores de algodón también enfrentaban precios bajos esta temporada de cosecha, que eran de alrededor de 70 centavos de dólar por libra (0,45 kilogramos), expuso Taylor Sills, director ejecutivo de la Comisión del Algodón de Georgia. Eso significaba que necesitaban una producción grande para obtener alguna ganancia.
“Los tiempos ya eran terribles y, encima, ellos fueron golpeados por un huracán”, dijo Sills. “Hay gente que lo perdió todo y gente que no. Pero todos perdieron algo”.