LOS ÁNGELES (AP) — Justo antes del amanecer, diez personas se reunieron en un estacionamiento compartido por una lavandería y una cafetería en el sur de Los Ángeles en lo que se ha convertido en una misión diaria: buscar a los agentes de inmigración y advertir a la población de su presencia para intentar prevenir arrestos. Los altavoces y las sirenas están listos para usarse.
“Hay raza que ha sido detenida”, afirmó Ron Gochez, fundador de la sección de Unión del Barrio en Los Ángeles, antes de dividirse en cinco autos. “Parece que hay más actividad ahora. Estemos atentos”.
Colaborando con otros grupos de tamaño similar y utilizando walkie-talkies, la Coalición de Autodefensa Comunitaria, compuesta por más de 60 organizaciones, no encontró nada el jueves, pero parece haber interrumpido las operaciones del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) a principios de semana. En Los Ángeles y en todo el país, estas tácticas han sido una espina en el costado del ICE en su intento por cumplir la promesa del presidente Donald Trump de deportaciones masivas.
“Detección confirmada en este momento de agentes del ICE en el Target en Alhambra”, dijo Lupe Carrasco Cardona en un reporte en vivo de Instagram el domingo desde el suburbio de Los Ángeles, a través de una sirena estridente para llamar la atención. Ella mencionó que al menos seis vehículos gubernamentales fueron identificados en el operativo del ICE.
Las medidas contra el ICE han tenido “un gran impacto”, indicó John Fabbricatore, exjefe de la división de cumplimiento y remoción del ICE en Denver.
“Es peligroso para los agentes porque están tratando de entrar en una situación, tal vez encubiertos, tratando de hacer un arresto sin alarmar al vecindario, y luego estos tipos salen aquí con estos altavoces y comienzan a gritar”, dijo Fabbricatore.
Los defensores “llegan justo al límite” de una ley contra obstruir la aplicación de la ley federal para evitar la persecución penal, añadió.
Los defensores argumentan que están ejerciendo la libertad de expresión y recordando a la población sus derechos. Los agentes de ICE no pueden entrar a la fuerza en un hogar sin una orden judicial, que rara vez tienen. Campañas sofisticadas de “conoce tus derechos” instan a las personas a quedarse adentro y no abrir la puerta.
Durante años, incluyendo durante en primer gobierno de Trump, el ICE ha lidiado con defensores que dependen de mensajes de texto masivos, redes sociales y altavoces para difundir la información.
El zar de la frontera de Trump, Tom Homan, estaba visiblemente enojado después de unirse a los agentes del ICE que fueron recibidos en apartamentos en el área de Denver por activistas que los insultaron y utilizaron altavoces para alertar a los residentes. Insistió en que la información sobre la operación se filtró.
“Cuanto menos sepa la gente sobre estas operaciones, mejor”, declaró Homan fuera de la Casa Blanca luego que la operación en Denver resultara en menos arrestos de los esperados.
El ICE remitió las preguntas al Departamento de Seguridad Nacional, que no respondió a las preguntas sobre las tácticas de los defensores y cualquier actividad en Los Ángeles esta semana. La agencia dejó de publicar cifras diarias de arrestos, pero Homan aseveró la semana pasada que realizó alrededor de 21,000 arrestos. Eso es un promedio de más de 600 al día, aproximadamente el doble de lo que hizo el gobierno del presidente Joe Biden en un período de 12 meses que terminó el 30 de septiembre.
En el área de Los Ángeles, alrededor de 150 voluntarios se dispersaron el domingo en respuesta a rumores de operaciones de ICE. Los organizadores dijeron que avistaron a agentes del ICE en Alhambra y San Fernando, previniendo arrestos.
Los voluntarios se reúnen antes del amanecer, cuando muchos trabajadores se dirigen a sus empleos y cuando los defensores creen que es más probable que el ICE actúe. Se mueven en zigzag por calles residenciales tranquilas e intersecciones somnolientas, buscando vehículos estacionados en doble fila, ventanas tintadas y autos más nuevos estacionados en zonas rojas.
Si avistan a los agentes del ICE, graban con sus teléfonos. Hacen sonar las sirenas. Y a través de un megáfono, anuncian que el ICE está en el vecindario. “Están aquí”.
“No usamos la violencia. No violamos ninguna ley. Pero haremos todo lo legalmente posible para defender a nuestra comunidad”, sostuvo Gochez.
De regreso en el estacionamiento, aproximadamente dos horas después que comenzara la misión del jueves, la ciudad estaba despertando. En la esquina, un vendedor ambulante había instalado su puesto de tamales.
“Acabamos de recibir un reporte en este momento de que todas nuestras patrullas que están ocurriendo en San Diego, Escondido, California; Los Ángeles, California; South Gate y Alhambra, todo está despejado en este momento”, dijo Gochez, antes de dirigirse a su trabajo diario como profesor de Historia en una escuela secundaria.
