Entre los años 2017 y 2020, Puerto Rico vio una notable disminución tanto en el número de matrimonios como de divorcios, una tendencia que ha persistido en los años recientes, según datos provistos a Metro Puerto Rico por la División del Registro Demográfico del Departamento de Salud (DS). Aun así, por cada 1,000 matrimonios hay sobre 500 divorcios.
De acuerdo con el Informe Anual de Estadísticas Vitales: Matrimonios y Divorcios (2017-2020) del DS, el número de matrimonios en la isla disminuyó en un 74.1% entre 2017 y 2020 en comparación con 1990, lo que se traduce en aproximadamente 24,576 matrimonios menos. En 2020, la tasa de nupcialidad cayó a 2.6 matrimonios por cada 1,000 habitantes mayores de 15 años.
El informe además reveló que aunque en 2018 hubo un leve aumento del 9.6% en la cantidad de matrimonios en comparación con 2017 (con aproximadamente 3,052 matrimonios o menos), esta tendencia no se mantuvo. En 2019, se registró una nueva disminución del 10.9%, la cual se agravó drásticamente en 2020 con una caída del 31.6% debido a las restricciones impuestas por la pandemia de COVID-19.
Conforme a la directora de la División, Wanda Llovet, los actuales resultados presentan la continuación del descenso que fue mayormente motivado tras la pandemia. “Desde el año 2019 a 2023, (las tasas) han ido decreciendo, tanto los divorcios como los matrimonios. Obviamente, si no hay muchos matrimonios, no van a haber muchos divorcios”, afirmó.
En 2023, año más reciente estudiado por la División debido a que 2024 no ha culminado, se registró un total de 11,801 matrimonios y 6,266 divorcios, lo que equivale a aproximadamente 531 divorcios por cada 1,000 matrimonios— números más altos en comparación a los años 2017 a 2019. Aunque siguió aumentando para 2021 con el registro de 13,571 matrimonios, este número disminuyó a 12,650 en 2022 y consecuentemente en 2023.
“(…) El aumento que ves en el 2021 no viene siendo un aumento, vienen siendo las bodas que se suspendieron del 2020, y cuando ya la pandemia disminuye un poco, la gente empezó a casarse en el 2021, y lo mismo si te fijas en los divorcios, hubo menos divorcios pero fue por la pandemia, porque la gente no hacía las diligencias”, continuó la directora.
Precisamente, en 2023 se registraron 6,266 divorcios, una cifra más baja en comparación con 2017 a 2019, cuando los divorcios se fijaron entre 8,515 y 10,329. En 2021, se registraron 7,941 divorcios, una cifra mayor en comparación con el año siguiente, que cayó a 6,979.
Esto refleja que, aunque las parejas— tanto heterosexuales como homosexuales— no se están casando, los matrimonios actuales persisten y no necesariamente han recurrido al divorcio.
Las razones detrás de las estadísticas
“Yo te diría que una de las primeras razones (para ir a terapia), o de las más que podemos ver en terapias es la falta de comunicación efectiva en la relación. Cuando hablamos de equipo en una relación de pareja, siempre hacemos referencia a explicar que son dos personas que tienen que trabajar, que tienen que intentar en esa relación”, detalló la psicóloga de parejas, Joharys Aybar.
La psicóloga también identificó que la falta de entendimiento, la desconexión e incluso los problemas financieros son algunos de los muchos factores que motivan a las parejas ir a terapia juntos.
“Problemas financieros, no los podemos dejar fuera de esto porque es una realidad. Entonces, para mantener el sistema o mantener la relación de pareja, es bien importante que las dos personas asuman su responsabilidad dentro del sistema, hagan lo que a cada cual le toca hacer para nutrir la relación y para continuar en la relación”, indicó Aybar.
Para el economista José Caraballo Cueto, cuando hay crisis económica, las tensiones en las relaciones pueden aumentar, lo que puede llevar a una reducción en el número de matrimonios y a cambios en los patrones de divorcio. Por lo que las parejas actuales deciden tomar otras rutas en vez del matrimonio debido a razones económicamente comprometedoras.
De hecho, un estudio de la compañía FocusEconomics informó que la inflación alcanzó, en marzo, su nivel más alto desde octubre de 2023, aumentando al 2.5%, por encima del 1.9% en febrero.
Caraballo Cueto además indicó que, debido a la reducción de matrimonios en la isla, hay muchos padres y madres solteros que sufren de pobreza. “Cuando las parejas están juntas, los ingresos se complementan. En particular, pues las madres solteras y padres solteros con menores dependientes tienen una tasa de pobreza mayor”.
El costo de una boda
Por su parte, la directora ejecutiva de la empresa Momentus Special Events, Rosalina Torres, confesó que recibe continuas ofertas basadas en presupuestos que ella considera “no realísticos” con un aproximado mínimo de $10,000 a $15,000.
En su compañía de coordinación de bodas locales y de destino, Torres tiene diversidad de clientes, pero muy pocos identificaron ser jóvenes de hasta 28 años. Los jóvenes que ha atendido son los que usualmente cuentan con apoyo económico parental.
“Tengo parejas jóvenes en las cuales los papás están bien involucrados, pero a la misma vez te diría que tengo parejas profesionales con sus títulos que se hacen responsables por costear su boda”, dictó.
Torres ha tenido la oportunidad de, durante la primera mitad del año, elaborar un aproximado de 60 bodas. Estas ceremonias cuentan con presupuestos de $50,000 o más.
“Hay gente que no tiene $50,000 para pagar una boda, lamentablemente. Y hay otras que sí, pero esas otras parejas, obviamente pues ya son médicos, que están teniendo éxito en sus profesiones. La mayoría de las parejas que están costeando sus bodas es porque ya tienen una carrera”, culminó.