Puerto Rico volvió a destacarse en grande durante las competencias Taste of the Caribbean organizada por la Caribbean Hotel and Tourism Association (CHTA por sus siglas). Este evento, que reúne a los mejores talentos culinarios y de coctelería de la región, se convirtió en el escenario perfecto para que la Isla del Encanto reafirmara su posición como líder en el Caribe.
Elvin Rosado Agosto, quien ha dirigido al equipo culinario de Puerto Rico durante los últimos dieciséis años, celebró el esfuerzo y dedicación de un grupo que enfrentó desafíos inesperados y salió victorioso. Con solo tres de los seis integrantes habituales disponibles para competir, el equipo apostó a su capacidad y a su pasión por representar a la isla.
El gran momento de la competencia fue protagonizado por José Yeyé Ortega, quien se alzó con todos los premios en la categoría de bartender, conquistando a los jueces con su creatividad y destreza. Este logro no solo refuerza el talento de Yeyé, sino que también posiciona a Puerto Rico como la Capital del Ron en el Mundo, un título que se celebra con orgullo.
Por otro lado, Kevin Sánchez mostró el temple de los boricuas al enfrentarse a dificultades técnicas, como un horno y hornillas fuera de servicio. A pesar de estas adversidades, Kevin dejó todo en el escenario y logró asegurar un lugar para Puerto Rico en el medallero.
Elvin Rosado expresó su orgullo por el desempeño del equipo, destacando la fortaleza y resiliencia que caracteriza a los puertorriqueños. “Puerto Rico es grande en todo lo que hacemos y, ante la adversidad, no nos quitamos”, afirmó. Además, aseguró que el próximo año volverán con aún más fuerza y preparación para demostrar una vez más por qué la isla es la Capital Gastronómica del Caribe.
El triunfo de José Yeyé Ortega y el equipo culinario puertorriqueño es un recordatorio de que, con esfuerzo y dedicación, Puerto Rico sigue dejando su huella en los escenarios internacionales.
Este logro no solo celebra el talento individual, sino que posiciona a la isla como un destino culinario y coctelero de excelencia. Una vez más, los boricuas demostraron que, cuando se trata de pasión y creatividad, no hay límites.