WASHINGTON (AP) — El presidente electo estadounidense Donald Trump nominó el viernes al doctor Marty Makary para dirigir la Administración de Alimentos y Medicamentos, seleccionando a un cirujano y autor que atrajo la atención nacional por oponerse a los mandatos de vacunación y algunas otras medidas de salud pública durante la pandemia de COVID-19.
Makary, profesor en la Universidad Johns Hopkins, es el más reciente de una serie de nominados de Trump que han declarado que el sistema de salud de Estados Unidos está “descompuesto”, y han prometido reorganizarlo. Como parte de una serie de nominaciones el viernes por la noche, Trump también seleccionó al médico y exrepresentante republicano Dave Weldon de Florida para que encabece los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). Mientras tanto, la colaboradora de Fox News, Janette Nesheiwat, se perfila para ser la directora de salud pública de la nación.
Algunas de las opiniones de Makary se alinean estrechamente con el hombre que está a punto de ser su jefe: el prominente abogado ambientalista y activista antivacunas Robert F. Kennedy Jr., a quien Trump propuso para que sea el próximo secretario del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos.
En libros y artículos, Makary ha criticado el recetar medicamentos excesivamente, el uso de pesticidas en alimentos y la influencia indebida de las compañías farmacéuticas y de seguros sobre los médicos y reguladores gubernamentales, puntos en los que Kennedy también ha insistido durante años.
Trump dijo que Makary, formado como cirujano y oncólogo, “restaurará la FDA al estándar de oro de la investigación científica, y reducirá la burocracia en la agencia para asegurar que los estadounidenses obtengan las curas médicas y tratamientos que merecen”, refiriéndose a la Administración de Alimentos y Medicamentos.
Con sede en los suburbios de Maryland, en las afueras de Washington, la FDA —que cuenta con 18.000 empleados— es responsable de la seguridad y eficacia de los medicamentos con receta, vacunas y dispositivos médicos, así como de una variedad de otros bienes de consumo, incluidos alimentos, cosméticos y productos de vapeo. En total, esos productos representan aproximadamente el 20% del gasto de los consumidores en Estados Unidos anualmente, equivalente a 2,6 billones de dólares.
Makary se destacó en Fox News y otros medios de comunicación conservadores por sus opiniones contestatarias durante la pandemia de COVID-19. Cuestionó la necesidad del uso de mascarillas y, aunque no se opuso a la vacuna contra el COVID-19, expresó preocupaciones sobre las vacunas de refuerzo en niños pequeños. Formó parte de un grupo de médicos que pedían abiertamente un mayor énfasis en la inmunidad de rebaño para detener al virus, la idea de que las infecciones masivas llevarían rápidamente a la protección a nivel de población.
Los CDC estimaron que las vacunaciones contra el COVID-19 previnieron más de 686.000 muertes en Estados Unidos tan sólo en 2020 y 2021. Aunque los niños enfrentaron tasas mucho más bajas de hospitalización y muerte por el virus, algunas sociedades médicas, incluida la Academia Estadounidense de Pediatría, concluyeron que las vacunas redujeron significativamente la enfermedad grave en ese grupo etario.
Makary ha lamentado cómo los fabricantes de medicamentos usaron datos engañosos para instar a los médicos a prescribir OxyContin y otros opioides para su uso como analgésicos de bajo riesgo y no adictivos. Esa comercialización fue permitida bajo etiquetado aprobado por la FDA desde la década de 1990, dejando entrever que los medicamentos eran seguros para dolencias comunes como el dolor de espalda.
En años más recientes, la FDA ha sido criticada por aprobar medicamentos para el mal de Alzheimer, la esclerosis lateral amiotrófica y otras enfermedades basándose en datos incompletos que no demostraron beneficios significativos para los pacientes.
Un impulso hacia un mayor escrutinio de la seguridad y eficacia de los medicamentos sería un cambio importante en la FDA, que durante décadas se ha centrado en la aprobación más expedita de medicamentos. Esta tendencia ha sido impulsada por el cabildeo de la industria y cuotas pagadas por los fabricantes de fármacos para ayudar a la FDA a contratar revisores adicionales.
Kennedy ha propuesto poner fin a esos pagos, lo que requeriría miles de millones en nuevos fondos del presupuesto federal.
Otras prioridades del gobierno probablemente enfrentarían obstáculos similares. Por ejemplo, Kennedy quiere prohibir que los fabricantes de medicamentos hagan publicidad en televisión, un mercado multimillonario que sostiene muchas redes de televisión y cable. La Corte Suprema y otros jueces conservadores probablemente anularían tal prohibición por motivos de la Primera Enmienda constitucional que protegen el discurso comercial, señalan los expertos.
Se sabe menos sobre el elegido de Trump para encabezar los CDC, con sede en Atlanta, que desarrolla vacunas y monitorea brotes de enfermedades infecciosas.
Weldon es un republicano firmemente opuesto al aborto. Un proyecto de ley que presentó hace más de 20 años prohibía la clonación humana. También negoció un acuerdo con legisladores para prohibir las patentes de organismos humanos, incluidos embriones genéticamente modificados. Weldon abogó además para que no se le retirara el tubo de alimentación a Terri Schiavo, una mujer de Florida cuyo pleito familiar en torno a su estado vegetativo se convirtió en un debate nacional.
La nominación de Weldon probablemente aplacará a algunos activistas opuestos a la interrupción del embarazo, que han estado preocupados por el hecho de que Trump haya nominado a Kennedy —demócrata de larga data y defensor del derecho al aborto— para que sea el principal funcionario de salud del país.
Weldon se retiró de su escaño en el Congreso en 2008, después de 14 años en el cargo público. Este año perdió una primaria republicana por un escaño en la Legislatura de Florida.
Si es confirmado, estará a cargo de más de 13.000 empleados y casi 13.000 otros trabajadores por contrato.
Nesheiwat, mientras tanto, supervisará a 6.000 miembros del Cuerpo de Servicio de Salud Pública si el Senado —controlado por los republicanos— aprueba su nominación para que sea directora de salud pública. Es directora médica de una empresa de atención de emergencia en Nueva York. Aparece regularmente en Fox News y ha expresado frecuentemente su apoyo a Trump, compartiendo fotos de ellos juntos en sus cuentas en redes sociales.
Los directores de salud pública también cuentan con la capacidad de emitir recomendaciones, advirtiendo sobre amenazas a la salud pública en Estados Unidos. Esas recomendaciones pueden influir en cómo el gobierno, el público y la comunidad médica responden a las crisis de salud en el país.
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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de la AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.