Durante la Santa Misa de la Jornada Mundial de la Juventud, en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, el Papa Francisco de dirigió a los jóvenes para recordarles que la necesidad actual de ser elogiados y aprobados no lo es todo en la vida.
“Si miramos alrededor, lo que vemos se muestra diferente. ¿Qué decir de las guerras, la violencia, los desastres ecológicos? ¿Qué pensar de los problemas que también ustedes, queridos jóvenes, deben afrontar mirando hacia el futuro, como la precariedad del trabajo, la incertidumbre económica y no sólo eso, las divisiones y las desigualdades que polarizan la sociedad?”, reflexionó Francisco.
Exhortó a “no dejarse contagiar por el afán de ser vistos, aprobados y elogiados”, pues “quien se deja llevar por estas fijaciones, termina viviendo en la angustia”, comentó.
Recordó que Dios ama a todas las personas por lo que son y que no deberían vender su dignidad por aceptación ajena.
“No dejarse engañar por quienes, engatusándolos con vanas promesas, en realidad quieren manipularlos, condicionarlos, usarlos para sus propios intereses”, enfatizó.
En octubre pasado, Francisco se mostró preocupado porque la sociedad parece haber “perdido el corazón” y esto se ha visto manifestado en guerras, desequilibrios socioeconómicos, consumismo y uso antihumano de la tecnología, dijo.
Pidió a las personas a que “mediten” sobre el amor de Jesús en un mundo en el que el consumismo y los algoritmos hacen sombra a la humanidad.