Las principales empresas de combustibles fósiles deberán aportar una cuota para apoyar los esfuerzos de Nueva York contra el cambio climático, según una ley firmada el jueves por la gobernadora Kathy Hochul.
Esta legislación exige que las compañías responsables de generar altas emisiones de gases de efecto invernadero contribuyan a un fondo estatal. Los recursos recaudados se destinarán a proyectos de infraestructura enfocados en mitigar y prevenir daños futuros asociados al cambio climático.
Los legisladores aprobaron la iniciativa de ley este año para obligar a las grandes empresas de petróleo y gas a contribuir para cubrir el costo de las reparaciones después de eventos climáticos extremos y de proyectos de resiliencia, como la restauración de humedales costeros y mejoras en carreteras, puentes y sistemas de drenaje de agua.
“La Ley del Superfondo para el Cambio Climático ahora es ley, y Nueva York ha lanzado una advertencia que se escuchará en todo el mundo: las empresas con más responsabilidad en la crisis climática rendirán cuentas”, dijo la senadora estatal Liz Krueger, una demócrata que apoyó la iniciativa de ley.
“Los mayores contaminadores climáticos del planeta tienen una responsabilidad única en la creación de la crisis climática, y deben pagar lo que les corresponde para ayudar a los neoyorquinos comunes a lidiar con las consecuencias”, afirmó Krueger.
Los mayores emisores de gases de efecto invernadero entre 2000 y 2018 serán sujetos a las multas.
La ley no comenzará a penalizar a las empresas de inmediato. El estado debe elaborar reglas sobre cómo identificar a las partes responsables, notificar a las empresas sobre las multas y crear un sistema para determinar qué proyectos de infraestructura serán financiados por el fondo. Se prevén impugnaciones legales.
“Este tipo de legislación no representa más que una nueva tarifa punitiva sobre la energía estadounidense, y estamos evaluando nuestras opciones a futuro”, dijo en un comunicado el American Petroleum Institute, el principal grupo de cabildeo de la industria petrolera.
Vermont promulgó una ley similar hace unos meses.
