El fiscal especial Jack Smith renunció al Departamento de Justicia después de presentar su informe de investigación sobre el presidente electo Donald Trump, una decisión esperada que se produce en medio de disputas legales sobre cuánto de ese documento puede hacerse público en los próximos días.
El Departamento reveló la salida de Smith en una presentación judicial el sábado, señalando que había renunciado un día antes. La renuncia, 10 días antes que Trump tome posesión, sigue a la conclusión de dos procesos penales infructuosos contra Trump que fueron retirados tras su victoria electoral por la Casa Blanca en noviembre.
Lo que está en juego ahora es el destino de un informe de dos volúmenes que Smith y su equipo habían preparado sobre sus pesquisas gemelas sobre los esfuerzos de Trump para anular los resultados de su elección de 2020 y su acaparamiento de documentos clasificados en su propiedad de Mar-a-Lago.
Se esperaba que el Departamento de Justicia hiciera público el documento en los últimos días del gobierno del presidente Joe Biden, pero el juez designado por Trump que presidió el caso de los documentos clasificados concedió una solicitud de la defensa para detener al menos temporalmente su publicación. Dos de los coacusados de Trump en ese caso, el valet de Trump Walt Nauta y el administrador de propiedades de Mar-a-Lago Carlos De Oliveira, habían argumentado que la publicación del informe sería injustamente perjudicial, un argumento al que se unió el equipo legal de Trump.
El Departamento respondió diciendo que no hará público el volumen de documentos clasificados mientras sigan pendientes los procedimientos penales contra Nauta y De Oliveira. Aunque la jueza federal de distrito Aileen Cannon había desestimado el caso en julio pasado, seguía pendiente una apelación del equipo Smith de esa decisión relacionada con los dos coacusados.
Pero los fiscales dijeron que tenían la intención de proceder con la publicación del volumen de interferencia electoral.
En una moción de emergencia a última hora del viernes, pidieron a la Corte Federal de Apelaciones del 11mo Circuito con sede en Atlanta que levantara rápidamente una orden judicial de Cannon que les había prohibido publicar cualquier parte del informe. El sábado le dijeron por separado a Cannon que no tenía autoridad para detener la publicación del informe, pero ella respondió con una orden a los fiscales para que presenten un escrito adicional antes del domingo.
La corte de apelaciones rechazó el jueves por la noche una solicitud de defensa de emergencia para bloquear la publicación del informe de interferencia electoral, que incluye loe intentos de Trump antes del motín del Capitolio el 6 de enero de 2021, para anular los resultados de las elecciones de 2020. Pero dejó en pie la orden judicial de Cannon que decía que ninguno de los hallazgos podría ser publicado hasta tres días después que la corte de apelaciones resolviera el asunto.
La orden de Cannon es “claramente errónea”, según la moción del Departamento de Justicia.
“El secretario de Justicia es el jefe del Departamento de Justicia confirmado por el Senado y está investido con la autoridad para supervisar a todos los funcionarios y empleados del Departamento”, sostuvo el Departamento de Justicia. “El secretario de Justicia tiene por lo tanto la autoridad para decidir si difundir un informe investigativo preparado por sus subordinados”.
Las regulaciones del Departamento de Justicia exigen que los fiscales especiales produzcan informes al concluir su trabajo, y es habitual que tales documentos se hagan públicos sin importar el tema.
William Barr, secretario de Justicia durante el primer mandato de Trump, publicó un informe de un fiscal especial que examinaba la interferencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016 y los posibles vínculos con la campaña de Trump.
El secretario de Justicia de Biden, Merrick Garland, también ha publicado informes de fiscales especiales, incluyendo sobre el manejo de información clasificada de Biden antes que éste se convirtiera en presidente.