El carnaval de las primarias del Partido Nuevo Progresista (PNP) y el Partido Popular Democrático (PPD) concluyó el domingo pasado sin ninguna sorpresa ni esperanza para el país. Ambos, Jenniffer González y Jesús Manuel Ortiz, son iguales y representan a las dos instituciones que llevaron a la quiebra a Puerto Rico.
Los que en contubernio y en gobierno compartido permitieron la imposición de la Junta de Control Fiscal. Una, cómplice de la Ley 7 que representó más de 30,000 despidos y, el otro, cómplice de la Ley 66 de la llamada Sostenibilidad Fiscal y los primeros recortes masivos a las pensiones de nuestros jubilados.
El PNP de González y, el PPD de Ortiz, entregaron la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) a LUMA Energy que ya nos ha impuesto sobre siete aumentos, aunque hoy digan que la fiscalizarán. Crearon la crisis de salud actual sin precedente construyendo los primeros y, permitiendo los segundos, el actual modelo de salud basado en el lucro de las aseguradoras. Han sido incapaces de combatir eficazmente la criminalidad con la ausencia de una mirada profunda sobre los factores que la fomentan como la desigualdad social. Se oponen a la necesidad de implementar políticas públicas que fomenten la equidad y la perspectiva de género, la protección del ambiente y de nuestra educación.
Ahora, pedirán el voto para un gobierno limpio pero sus partidos han tenido decenas de señalamientos, casos y convicciones por corrupción.
En contraste, mi candidatura a Representante por el Precinto 4 de San Juan, la del compañero Juan Dalmau a la gobernación por la Alianza de País y la del resto de compañeras y compañeros que componen la misma y del PIP, representa el triunfo de la esperanza.
Porque vamos a limpiar la casa sin espacio para la corrupción, como ha sido nuestra trayectoria en más de 77 años. Porque seguiremos luchando por la descolonización, combatiendo a la Junta de Control como lo hemos hecho desde el primer día; fiscalizaremos a LUMA con el objetivo de cancelar el contrato; continuaremos promoviendo la transformación de nuestro sistema de salud, bajo el reconocimiento de que es un derecho humano fundamental; defenderemos el derecho al acceso a una vivienda digna, así como a una educación accesible y de calidad.
Porque construiremos el país que merecemos para poder permanecer en él.
