BUENOS AIRES (AP) — El presidente chileno, Gabriel Boric, anunció el jueves la construcción de una cárcel de máxima seguridad, la segunda del país, para combatir al crimen organizado tras un fin de semana sangriento que dejó al menos una quincena de muertos en la capital en una serie de delitos aparentemente desconectados.
“He instruido la construcción de un nuevo recinto especial de alta y máxima seguridad que permitirá el control efectivo de los criminales líderes de las bandas organizadas”, dijo en una rueda de prensa el mandatario tras reunirse con el gabinete de seguridad.
La reunión fue convocada de forma urgente “para tomar decisiones respecto a la batalla que estamos librando contra la delincuencia y el crimen organizado, en particular en la Región Metropolitana” de Santiago, completó Boric.
La medida se enmarca en un nuevo plan del gobierno chileno para combatir el crimen organizado, que se expande con fuerza en el país. Asimismo, se produce tras los sangrientos episodios del fin de semana largo en la capital, Santiago, donde se registraron 16 homicidios, entre ellos dos asesinatos múltiples que conmocionaron al país.
Uno de ellos, el pasado domingo, se produjo en la zona norte de la ciudad cuando cuatro adolescentes, de entre 13 y 17 años, fueron ejecutados con múltiples disparos. Dos días después, cinco personas, cuatro hombres y una mujer, murieron durante un tiroteo durante una fiesta en la comuna de Lampa, que dejó además siete heridos.
Los episodios hicieron que Boric convocara sendas reuniones de emergencia y, posteriormente, al anuncio este jueves de varias medidas para intensificar la seguridad y la lucha contra el crimen transnacional. Asimismo, llevaron al mandatario a suspender su viaje a París, donde tenía previsto asistir a la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos el próximo 26 de julio.
“Los chilenos y chilenas tienen derecho a vivir en seguridad y en paz. Y no vamos a permitir impunidad para quienes cometen delitos”, enfatizó el presidente.
Chile afronta desde hace unos años una crisis de delincuencia impulsada por la llegada al país del hasta entonces inexistente crimen organizado trasnacional, que ha elevado la tasa de homicidios de 4,5 por cada 100.000 habitantes en 2018 a 6,3 en 2023.
El nuevo complejo penitenciario, que se erigirá en los alrededores de Santiago, implicará una inversión de 90.000 millones de pesos chilenos (unos 96,4 millones de dólares) y tendrá una capacidad para 500 presos de alta peligrosidad.
Actualmente Chile cuenta sólo con una cárcel de seguridad máxima, cuya capacidad fue expandida de 300 a 600 plazas.
“En Chile no vamos a permitir lo que ha sucedido en otros países en donde el crimen organizado se ha tomado las cárceles sin control”, expresó Boric.