WASHINGTON (AP) — Un expresidente resulta herido en un tiroteo, el agresor es neutralizado rápidamente y todo es captado por la cámara. Pero para quienes no creen lo que ven, ese es sólo el comienzo de la historia.
Para algunos partidarios de Donald Trump, el fracaso del Servicio Secreto para prevenir el intento de asesinato del expresidente republicano apunta a una conspiración orquestada por el presidente demócrata Joe Biden. No obstante, para algunos críticos de Trump, los detalles del tiroteo no cuadran y se preguntan si Trump montó todo el espectáculo.
Dos teorías de conspiración enfrentadas se arraigan en línea tras el intento de asesinato de Trump, una para cada extremo del polarizado espectro político de Estados Unidos. En esta república de pantalla dividida, los estadounidenses eligen cada vez más su propia realidad, a expensas de una comprensión compartida de los hechos.
“Una pantalla, dos películas” es como Ron Bassilian describe la reacción en línea ante el tiroteo del sábado en un mitin en Pensilvania. Bassilian es un prolífico usuario de las redes sociales y ha utilizado X para difundir sus conjeturas sobre el tiroteo. “La gente tiene sus creencias y se les ocurrirán teorías que se ajusten a sus creencias”.
Bassilian es uno de los muchos republicanos que ahora cuestionan cómo el tirador, Thomas Matthew Crooks, pudo subir al techo de un edificio desde donde tuvo un tiro claro hacia Trump, y si las autoridades hicieron la vista gorda para permitir el intento de asesinato. Bassilian reconoció que no tiene pruebas que respalden su conjetura, pero el residente de Culver City, California, dijo que muchas personas desconfiarán de las explicaciones hasta que se complete una revisión independiente de los hechos.
“Parece demasiado sospechoso”, opinó Bassilian sobre el ataque contra Trump y la respuesta de las fuerzas del orden. “Algo estaba sucediendo que fue más que un desliz”.
Las autoridades no han publicado información sobre el posible motivo de Crooks, aunque han mencionado que creen que actuó por sí solo. Pero la falta de detalles por parte de las autoridades y los crecientes cuestionamientos sobre el desempeño del Servicio Secreto han llevado a los sabuesos en línea a las especulaciones —a menudo de formas que revelan sus propias inclinaciones ideológicas.
Algunas de las versiones sobre el tiroteo ya han sido refutadas. A pesar de las afirmaciones de que el Servicio Secreto se negó a brindar a Trump seguridad adicional antes del mitin, la agencia sostiene que de hecho aumentó su personal. Una publicación de alguien que aseguró ser un francotirador policial en el evento —quien anunció que se les ordenó no disparar contra el tirador— fue desacreditada después que resultó que ningún francotirador con su nombre trabajó el sábado. Y una foto que supuestamente mostraba a Trump ileso después del mitin resultó ser una imagen de 2022.
Los humanos tienen un impulso inherente a compartir información y conjeturas luego de acontecimientos cruciales como desastres, asesinatos políticos o sucesos aparentemente inexplicables —un proceso que los expertos llaman “construir el sentido colectivo”. A menudo, agregan, buscamos información que nos haga sentir seguros o en control de la incertidumbre. El intento de asesinato de Trump es sólo el ejemplo más reciente de una lista que también incluye el asesinato de JFK, el alunizaje, los ataques del 11 de septiembre de 2001, el tiroteo en la escuela de Sandy Hook, la pandemia de COVID-19 y la irrupción del 6 de enero de 2021 en el Capitolio de Estados Unidos.
Muchas de las afirmaciones sobre el intento de asesinato de Trump surgieron primero en plataformas de redes sociales marginales como 4chan antes de migrar a sitios más grandes como X o TikTok, donde fueron vistas por mucha más gente.
“Participar en rumores en estas condiciones es algo normal que hacemos los humanos”, explicó Kate Starbird, profesora de la Universidad de Washington, quien estudia la información errónea y desinformación y cómo la gente usa internet después de una crisis. Los intentos de poner el tiroteo en un contexto político comenzaron pocos minutos después del tiroteo, añadió Starbird: “La gente intentó casi desde el inicio de enmarcar el evento de una manera que beneficiara sus objetivos políticos”.
Muchos de esos rumores pueden contener exageraciones, falta de contexto o falsedades absolutas que generan teorías conspirativas. La información engañosa es amplificada después en internet por trols, políticos, influencers y comerciantes que intentan vender mercancía vinculada al intento de asesinato. Con pocas barreras de seguridad para combatir la mala información en línea, tales afirmaciones pueden extenderse rápidamente, impactar las elecciones de 2024 y, potencialmente, persistir en los años venideros.
La avalancha de información falsa o engañosa sobre el tiroteo sólo hará que sea más difícil para los votantes encontrar información confiable antes de las elecciones de 2024, según Imran Ahmed, director general y fundador del Center for Countering Digital Hate (Centro para Contrarrestar el Odio Digital), una organización sin fines de lucro que rastrea la información errónea en línea y los discursos de odio. Ahmed culpa a las plataformas de redes sociales por no hacer cumplir políticas básicas de moderación de contenidos y por convertir la difusión de información errónea, la desinformación y los discursos de odio en un modelo de negocio lucrativo.
Las plataformas de redes sociales se han retirado recientemente de los esfuerzos de moderación de contenido diseñados para evitar la difusión de información errónea y desinformación. Si bien algunos sitios como Facebook e Instagram todavía prohíben información que pueda interferir con las operaciones de una elección, unos más como X dependen de otros usuarios para corregir falsedades.
El grupo de Ahmed analizó 100 publicaciones sobre el tiroteo que fueron recomendadas a los usuarios de X, la plataforma antes conocida como Twitter, y encontró que muchas contenían teorías de conspiración. Sólo alrededor de 1 de cada 20 publicaciones falsas habían sido marcadas por inexactitudes o falta de contexto mediante la función “notas de la comunidad” de X para agregar la información necesaria. En dos días, las publicaciones fueron vistas más de 215 millones de veces. Algunas de las publicaciones virales también contenían discursos de odio, como aquellos que sugerían que el tiroteo del sábado fue un complot del pueblo judío.
“Los algoritmos toman el contenido más extravagante y lo amplifican exponencialmente hasta que todo el mundo digital se inunda de conspiración, desinformación y odio”, dijo Ahmed. Como resultado, agregó, “la gente parece sentir que sólo pueden combatir las mentiras con más mentiras”.
Los medios estatales rusos y algunas personas influencers pro-Kremlin ya aprovechan el tiroteo con contenido que culpa a los demócratas por lo que ocurrió o cuestiona las explicaciones de las autoridades, con base en publicaciones recientes de usuarios con vínculos con Rusia.
“Casi te hace pensar que dejaron que sucediera y luego se deshicieron del tipo (que disparó) porque los muertos no hablan”, escribió John Mark Dougan, un expolicía de Florida convertido en influencer quien ahora escribe contenido a favor del Kremlin.
En el pasado, Rusia, al igual que China e Irán, ha utilizado la desinformación en las redes sociales en un esfuerzo por socavar la confianza de los estadounidenses en el gobierno y la democracia y para incrementar la polarización antes de las elecciones. El objetivo es explotar la confusión, ira y preocupación comprensibles que muchos estadounidenses sienten tras el intento de asesinato. Las autoridades federales dicen que esperan que Rusia y otros adversarios expandan sus campañas de desinformación dirigidas a Estados Unidos a medida que se acerca noviembre.
Las teorías conspirativas han desempeñado un papel enorme en la política estadounidense reciente, y gran parte de la atención se ha centrado en teorías de derecha como QAnon, un movimiento que afirma —sin evidencia— que los demócratas están involucrados en una red global de caníbales satánicos que abusan de niños. Pero la avalancha de desinformación y teorías de conspiración que siguieron al intento de asesinato muestra que este tipo de teorías no tiene partido.
“Apuntan a la izquierda y a la derecha, y lo mismo aplica para las fuentes domésticas de información errónea y desinformación”, dijo David Salvo, miembro sénior y director general de la Alliance for Securing Democracy (Alianza para Asegurar la Democracia), un grupo con sede en Washington que rastrea la desinformación extranjera. Él ofrece este consejo para cualquier persona interesada en encontrar información confiable y digna de creer sobre el tiroteo: “Compruebe las fuentes, y verifique la agenda de esas fuentes”.